Antónimos para el ocaso de la democracia / 3. Oripandó

El Caminante, José Mercé, acompañado por Lang Lang, en El Oripandó, con letra de Antonio Orozco.

Sevilla, 8/V/2022

Hoy tomo prestado del diccionario caló un antónimo precioso, Oripandó, el sol al amanecer, frente al ocaso de la democracia, al que ya he dedicado un artículo en este cuaderno digital por la publicación de un disco de ese nombre, una obra musical excelente llevada a cabo por el cantor Antonio Orozco (cantante es el que puede y cantor, el que debe hacerlo, que no es lo mismo, según Facundo Cabral), gestada a lo largo de dos largos años, que narra la vida de otro cantor José Mercé, en un homenaje en el que el sol, el amanecer de cada día, Oripandó en su esencia pura, es el auténtico protagonista en la vida de Mercé, que  canta de forma muy sentida una composición poética de Orozco, El caminante, letra de Antonio Orozco, acompañado al piano por el gran intérprete Lang Lang, que hoy, al convertirme de nuevo en un escuchaor del sentir del canto andaluz, me abre horizontes de grandeza ante el ocaso de la democracia:

Se sueñan, se compran, se riman
Caminos rodados, caminos de espinas
Se vuela, se rompe y se envidia
Con tanta emoción que la vida no es vida

Se habla, se anda y se rifan
Medallas de hombres que no tienen cima
Búsqueda eterna sin firma
Eterno reguero de un ego sin rima

Cuentan que canto sin guía,
Que bebo en la fuente que ya está vacía
Cuentan que cuento y descuento
Los versos que hace ya tiempo decían

[Estribillo] Caminante, no hace frío
Caminante, calma el río
Caminante sin hastío
Caminante, no hay olvido

Ganan los mundos vacíos
Hombres que alumbran a los duendes con hilos
Se juzga, se habla y critica
Con tanta ilusión que de ilusión moriría

Se canta, se copia y se mima
Talento de sabios que nunca leían
Dueños de tanto y de dónde
Del todo y del como
De cuándo y de nada

[Estribillo] Caminante, no hace frío
Caminante, calma el río
Caminante sin hastío
Caminante, no hay olvido

Si anuncio hoy de nuevo este hallazgo de una isla desconocida llamada El Oripandó, es porque los que vivimos en Andalucía respetamos su identidad flamenca y a sus cantoras y cantores. Antonio Orozco y José Mercé lo son de origen y de cuna, aportándonos luz en tiempos de tinieblas y oscuridad democrática. Llevamos la luz con el tiempo dentro, como Juan Ramón Jiménez entendía su pueblo y las personas que vivían en él, aprendiendo cada día a escuchar la vida de nuestro alrededor y llevarla al cante frente al ocaso de la democracia que tanto nos inquieta. No olvido tampoco a Luis Cernuda, que hizo un retrato precioso del andaluz, porque somos un enigma a pesar de la luz interior que el dolor de nuestra historia no olvida, siempre con el tiempo dentro, amor desbordante, pasión en nuestra música que acompaña siempre la alegría y calma el dolor, que compartimos hasta buscar la luz con el tiempo fuera, como escuchaores y escuchaoras de todo lo que se canta con el dolor de esta tierra. Nos tratamos como hermanos en democracia, cuando a veces no sabemos si somos amigos o seres lejanos, aunque lo único que sabemos, en tiempos políticos, es que unos de otros -no inocentes- lejos estamos.

Si anuncio hoy esta palabra, oripandó, como antónimo de ocaso, el de la democracia, al que la estamos llevando por el hastío hacia la política por la corrupción, mediocracia e indignidad que impera, es porque soy un caminante que escucho a mi tierra cómo se canta, se copia y se mima el talento de sabios que nunca leían, en el amanecer de cada día, pero que eran dueños de tanto y dónde, del todo y del cómo, de cuándo y de nada. ¿Saben por qué? Porque eran alumnos de la vida democrática en un mundo al revés, que denunciaban con su quejío, con el dolor permanente de nuestra tierra, que otro mundo es posible y que todos los días amanece la democracia, que no es poco, desde hace siglos, en Andalucía. Para que no se olvide, ni siquiera un momento.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

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