Sombra hecha de luz,
que templando repele,
es fuego con nieve
el andaluz.
Enigma al trasluz,
pues va entre gente solo,
es amor con odio
el andaluz.
Oh hermano mío, tú.
Dios, que te crea,
será quién comprenda
al andaluz.
Luis Cernuda, El andaluz, en Como quien espera el alba, 1947
Celebramos hoy el Día de los andaluces, de las andaluzas, el día de los que vivimos en Andalucía y respetamos su identidad, que llevamos la luz con el tiempo dentro, como Juan Ramón Jiménez entendía su pueblo y las personas que vivían en él; que somos nobles porque sabemos perdonar y comprender tanto a los que nos ofenden con el paro y la corrupción que a veces no hay nada que perdonar. También, porque somos un enigma a pesar de la luz interior que el dolor de nuestra historia no olvida, siempre con el tiempo dentro, amor desbordante, pasión en nuestra música que acompaña siempre la alegría y calma el dolor, que compartimos hasta buscar la luz con el tiempo fuera.
Nos tratamos como hermanos, cuando a veces no sabemos si somos amigos o seres lejanos, porque lo único que sabemos, en tiempos políticos, es que unos de otros -no inocentes- lejos estamos.
Con la esperanza de que el dios que corresponda comprenda qué significa hoy ser andaluz en Andalucía, más allá de los que nos llevan al diccionario de uso del andaluz corriente como una sola palabra, cuando lo que necesitamos es una definición urgente como personas con luz interior, pero con un enigma de fuego y nieve dentro. Como Cernuda soñó un día esperando el alba de su tierra.
Sevilla, 28 de febrero de 2017, Día de Andalucía
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