Pensiones: hoy es el tiempo que puede ser mañana

He participado recientemente en una charla-coloquio promovida por la Asociación de Vecinos Santa Clara y el Club del mismo nombre. Por petición expresa de los asistentes, cumplo el compromiso de entregar el documento que recoge lo que allí expuse de la mejor forma que supe hacerlo en ese momento. Muchas veces he dicho que nadie se baña dos veces en el mismo río. Por tanto, lo que allí ocurrió es irreproducible en conocimiento, sentimientos y emociones vividas en ese momento. Pero las palabras se las lleva el viento y es un compromiso social entregar información para que todas las personas interesadas en estas cuestiones podamos ser más libres a través del conocimiento informado. También, por un principio de transparencia.

Adjunto el documento que preparé para la citada charla-coloquio, pensando que pueda ser útil en el largo recorrido que queda a los pensionistas en este país, en el que debemos movilizarnos con carácter inmediato para que se escuche nuestra voz. No olvido lo que aprendí un día ya lejano de Quilapayún, en su Cantata de Santa María de Iquique: “con el amor y el sufrimiento se fueron aunando las voluntades”. Ha llegado el momento de actuar. Con independencia de lo que puedan hacer los partidos de izquierda o de abajo, los de toda la vida al final, en relación con las pensiones, deberíamos aunar voluntades con el amor y el sufrimiento, desde las bases ciudadanas y populares, para luchar por un futuro digno de las pensiones, propio y ajeno, como aprendimos en la Cantata que no me avergüenza citarla todavía hoy. Deberíamos celebrar encuentros en la calle, tomarla en el sentido más democrático del término, inundar las redes de mensajes solidarios, publicar artículos en blogs y mensajes cortos en redes sociales, plantear debates en el tejido asociativo en el que estemos insertos, estar presentes en todos los medios de comunicación y celebrar actos en foros públicos y abiertos, entre otras muchas actividades, para demostrar y demostrarnos que todavía hay una solución a la situación actual de las pensiones en este país sin tener que esperar pacientemente y en silencio cómplice a un cambio que no está próximo. Es imprescindible la movilidad social y las redes sociales son esenciales para organizarnos y encontrarnos en lugares abiertos, en la Noosfera (la piel pensante que envuelve el mundo), para demostrar que otro país es posible.

Aprendí de Víctor Jara que “hoy es el tiempo que puede ser mañana”. La mejor forma de no olvidarlo es atender estas palabras en su hoy, que ahora es el nuestro, porque no han perdido valor alguno al recordarlas en estos momentos cruciales para este país. Sería una forma de salir del silencio cómplice en el que a veces estamos instalados para complicarnos la vida en el pleno sentido de la palabra. Merece la pena porque en la izquierda digna se sabe que mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor. Palabra de Allende y ¿por qué no?, nuestra.

Sevilla, 21/II/2018

A %d blogueros les gusta esto: