Sigo queriendo a la Constitución como para leerla cada noche

Noray en el puerto de Punta Calero (Lanzarote), con la sombra imaginaria de La isla desconocida / JA COBEÑA

Te quiero como para leerte cada noche, como mi libro favorito quiero leerte, línea tras línea, letra por letra, espacio por espacio…

Mario Benedetti, Te quiero sin mirar atrás

Sevilla, 6 de Diciembre de 2022, Día de la Constitución en España

La Constitución es como el noray para barcos que se amarran a él para asegurar su permanencia en el puerto con todas las garantías, sobre todo para protegerlos de oleajes procelosos como los de la vida misma. Es un símbolo que me emociona siempre y los observo en mis incursiones en puertos seguros cada vez que recalo en ellos con mi «Isla Desconocida» que, un día ya lejano, me regaló José Saramago en un cuento inolvidable.

Hoy, cuando se cumple el 44 aniversario de nuestra Constitución, vuelvo a utilizar las palabras que me quedan en mi persona de secreto y en la de todos, escritas el año pasado, también el anterior y… siempre, desde 1978, recordando este día tan especial para la convivencia de este país. La Constitución se aprobó por las Cortes en sesiones plenarias del Congreso de los Diputados y del Senado celebradas el 31 de octubre de 1978, ratificada por el pueblo español en referéndum de 6 de diciembre de 1978, y sancionada por S.M. el Rey ante las Cortes el 27 de diciembre de 1978.

La Constitución es la base de la identidad del Estado. Así lo vivo y así lo he expresado en varias ocasiones en este cuaderno digital. Es uno de mis principios políticos como ciudadano demócrata en tiempos muy modernos, de turbación, en los que siempre he creído que se pueden hacer mudanzas intelectuales. Además, si no gustan en la actualidad a muchos recién llegados a la política activa o a los pasados de rosca, que haberlos haylos, lo siento porque no tengo otros (a diferencia del gran aserto de Groucho Marx). Para ello, vuelvo a leer reflexiones mías elaboradas y dedicadas a Aristóteles en el rincón de pensar, que nos dejó un tratado de Política con mayúsculas, gran ausente en estos tiempos de cólera independentista y desconcierto por los evidentes desajustes territoriales en este país. He vuelto a leer el libro tercero de esta magna obra, que se refiere a la relación del Estado con los ciudadanos y, más en concreto, a la teoría de los gobiernos y de la soberanía, porque recordaba que en ese texto se encontraba una frase que habría que grabar en el Congreso con letras de oro: a la Constitución es a la que debe atenderse [siempre] para resolver sobre la identidad del Estado.

No hay que despreciar el contexto en la que lo escribe: “Pero admitamos que el mismo lugar continúa siendo habitado por los mismos individuos. Entonces ¿es posible sostener, en tanto que la raza de los habitantes sea la misma, que el Estado es idéntico, a pesar de la continua alternativa de muertes y de nacimientos, lo mismo que se reconoce la identidad de los ríos y de las fuentes por más que sus ondas se renueven y corran perpetuamente? ¿O más bien debe decirse que sólo los hombres subsisten y que el Estado cambia? Si el Estado es efectivamente una especie de asociación; si es una asociación de ciudadanos que obedecen a una misma constitución, mudando esta constitución y modificándose en su forma, se sigue necesariamente, al parecer, que el Estado no queda idéntico; es como el coro que, al tener lugar sucesivamente en la comedia y en la tragedia, cambia para nosotros, por más que se componga de los mismos cantores. Esta observación se aplica igualmente a toda asociación, a todo sistema que se supone cambiado cuando la especie de combinación cambia también; sucede lo que con la armonía, en la que los mismos sonidos pueden dar lugar, ya al tono dórico, ya al tono frigio. Si esto es cierto, a la constitución es a la que debe atenderse para resolver sobre la identidad del Estado. Puede suceder por otra parte, que reciba una denominación diferente, subsistiendo los mismos individuos que le componen, o que conserve su primera denominación a pesar del cambio radical de sus individuos” (1).

Salvando lo que haya que salvar, mutatis mutandis, es impecable el análisis. Todo cambia y nada permanece (panta rei), siguiendo el adagio de Heráclito de Éfeso. Es verdad. Quienes no se adaptan a los entornos cambiantes, sufren mucho porque pierden seguridad en el quehacer y quesentir (perdón por el neologismo) de todos los días. En España, ante la realidad de Cataluña, reaccionamos en su momento tarde y mal, agarrándonos a la Constitución como un clavo ardiendo, en lugar de entenderla como un noray al que se deben asegurar los cabos cuando llegamos de la alta mar de los conflictos o del que hay que quitarlos para poder navegar en mares abiertos de libertad. Y la historia demuestra que esta realidad viene de antiguo, desde la etapa presocrática, cuando Heráclito pretendió que las personas dignas nos acostumbráramos a pensar que todo fluye y que nada permanece, como actitud vital, incluso las Constituciones, porque solo hay que pensar en una imagen preciosa: nadie se baña dos veces en el mismo río o en el mismo mar. Porque no controlamos la perpetuidad de lo que hacemos, vivimos, somos, sentimos y conocemos. Es verdad, porque si comprendiéramos estas palabras excelentes de Aristóteles en su tratado más político, pueden cambiar las asociaciones de ciudadanos (el que quiera entender que entienda), las Comunidades, la Constitución, pero hay un magma que aglutina todo, la propia Constitución, que es a la que debe atenderse siempre para resolver sobre la identidad del Estado. Aunque haya un cambio, incluso radical, de los individuos y las organizaciones en las que se integran, que son los que componen el Estado.

Finalmente, vuelvo a analizar también unas palabras esclarecedoras de lo anteriormente expuesto, que se encuentran en el referido capítulo IV del libro tercero de Política: “todas las constituciones hechas en vista del interés general, son puras, porque practican rigurosamente la justicia; y todas las que sólo tienen en cuenta el interés personal de los gobernantes, están viciadas en su base, y no son más que una corrupción de las buenas constituciones; ellas se aproximan al poder del señor sobre el esclavo, siendo así que la ciudad no es más que una asociación de hombres libres”. Dicho queda por Aristóteles hace muchos siglos y por Baltasar Gracián después: lo breve, si bueno, dos veces bueno.

Es verdad, quiero a la Constitución como para seguir leyéndola cada noche, como mi libro favorito, línea tras línea, letra por letra, espacio por espacio. No la olvido en uno de los marcapáginas que utilizo en el libro de mi vida. El país, Cataluña, País Vasco y los brotes del nacionalismo en general, a lo que deben aspirar siempre es a ser asociaciones de personas libres articulada por la Constitución, una Asociación escrita y hecha en vista exclusiva del interés general.

(1) Aristóteles. Política · libro tercero. Del Estado y del ciudadano. Teoría de los gobiernos y de la soberanía. Del reinado.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

Este libro puede ser un regalo con estela:

Ciudadano Jesús. Otra navidad es posible

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

Franco Battiato, nómada y con su bandera blanca

Sevilla, 6/XII/2022

Cuando cambiaba ayer la página de un almanaque al que tengo especial afecto, dibujado y editado por Álvaro Reinoso, ARO, ilustrador y persona a la que admiro por sus metáforas visuales y por su calidad humana y profesional, me llevé una grata sorpresa al ver que este mes de diciembre lo presidía Franco Battiato, músico italiano al que recuerdo siempre por su compromiso y forma de aprehender la vida desde dimensiones eminentemente humanas y con compromiso activo para construir un mundo mejor, pero envueltas en su realismo mágico musical. ARO consiguió su objetivo: la metáfora de una caricatura de Battiato me iluminaba de nuevo en mi vida de nómada, en la búsqueda de un centro de gravedad permanente en este mundo al revés en el que vivo día a día y ahora, durante este mes, al contemplarlo a diario dándome los buenos días.

Este cuaderno digital tiene páginas dedicadas monográficamente a este cantautor italiano al que descubrí durante el tiempo que viví en Italia, en la década de los 70, entre las que destaco la que le dediqué el año pasado, Franco Battiato está muy cerca de su cielo particular, con motivo de su fallecimiento junto a su rincón querido del Etna y que vuelvo a reproducir hoy como homenaje a una vida que tuvo siempre presente la bandera blanca de la paz y la concordia, su famosa “bandiera bianca”, frente a los que instrumentalizan esta realidad simbólica sin compasión alguna, como ocurre aquí en Andalucía, con su bandera “oficial”, sobre las que se ponen manos no inocentes y que no respetan el auténtico sentido de nuestra enseña a lo largo de los siglos, desde la arbonaida andalusí hasta la de nuestros días, con una ideología detrás, a pesar de que ayer el presidente actual de esta Comunidad dijera ayer, en el Día de la bandera de Andalucía, que aquel 4 de diciembre de 1977 no estuvo presidido por las ideologías. Siento vergüenza ajena al escuchar estas palabras, aunque solo sea para respetar lo que ocurrió en Málaga ese día y ese año, en una manifestación inolvidable donde se pedía tierra y trabajo, donde un joven ilusionado con una nueva Andalucía, Manuel José García Caparrós, militante de Comisiones Obreras, murió por una bala, perdida pero certera, no se sabe bien, disparada por las llamadas fuerzas del orden público, asunto que todavía sigue “clasificado” y sin poderse investigar a fondo.

Gracias, Franco Battiato, cuando escucho tus palabras defendiendo la bandera blanca: “¡Ah, qué difícil es permanecer tranquilos e indiferentes / mientras en nuestro entorno hay tanto ruido! / En este tiempo de locos lo único que nos faltaba eran los idiotas del horror / He escuchado los disparos en una calle del centro // En el puente hay una bandera blanca”. Sigo atendiendo tu música. Hoy y durante este mes, gracias también al calendario de Álvaro Reinoso, ARO, a sus dibujos impregnados de realismo mágico.

Franco Battiato está muy cerca de su cielo particular

Caminante que vas buscando la paz en el crepúsculo / la encontrarás, la encontrarás al final de tu camino. / Bajo el tránsito de la aparente dualidad, / la lluvia de Septiembre despierta el vacío de mi cuarto / y los lamentos de la soledad aún se prolongan.

Franco Battiato, Nómadas

Sevilla, 18/V/2021

Acaba de saltar la noticia en los medios de comunicación: Franco Battiato ha fallecido a los 76 años de una vida especial dedicada a la cultura como lazo que une a la humanidad. He sentido un estremecimiento interior porque su música y, sobre todo, sus letras, siempre me han inspirado otra forma de entender la vida. Así lo he referido en este cuaderno digital en varias ocasiones, una de ella muy reciente, con motivo del estreno de la película Nomadland, multipremiada en los Premios Oscar de este año: “Así empezaba la canción de Franco Battiato, Nómadas (1987), que forma parte de la banda sonora de mi vida: Nómadas que buscan los ángulos de tranquilidad, / en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados, / entre los claroscuros y la monotonía de los días que pasan. Lo he recordado al conocer la trayectoria última de una película, Nomadland, recientemente estrenada en nuestro país, escrita y dirigida por Chloé Zhao (Pekín, 1982), con un guion basado en el libro País nómada. Supervivientes del siglo XXI (Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century) de Jessica Bruder, una historia que conmueve en tiempos en los que se nos aconseja, incluso prohíbe, hacer mudanzas. Battiato me susurraba a los oídos, en mis años jóvenes, algo transcendental en la vida de los nómadas de espíritu: Caminante que vas buscando la paz en el crepúsculo / la encontrarás, la encontrarás al final de tu camino. / Bajo el tránsito de la aparente dualidad, / la lluvia de Septiembre despierta el vacío de mi cuarto / y los lamentos de la soledad aún se prolongan.

Aprendí hace ya muchos años, junto a la escritora india Anita Nair (Las nueve caras del corazón, 2006) que la alondra encrestada, la vanampaadi, permite convertir las necesidades en palabras. Al fin y al cabo, amor a lo desconocido, como una de las caras del amor en la primera expresión del kathakali, representación teatral a la que se incorporan danzas indias que tuve el honor de conocer por primera vez de la mano de Franco Battiato (Quiero verte danzar, 1982), cantor que conocí cuando vivía en Roma en el año 1976 y que es un prodigio en la escenificación de historias de vida a través de sus canciones. Después, en 1982, volví a conectar con él a través de un disco emblemático, La voz de su amo, en la que cantaba su famoso “Centro de gravedad permanente”, que he cantado junto a mi hijo Marcos cuando era muy pequeño, deletreando un estribillo que nunca he olvidado: Busco un centro de gravedad permanente, que nunca cambie lo que ahora pienso de las cosas, de la gente. Lo sigo buscando todavía hoy, en un tiempo convulso y complejo.

Es curioso constatar que la NASA recoge en sus páginas web una referencia al asteroide que lleva su apellidoBattiato, descubierto en 1979, con una reseña que hoy es una premonición: “Franco Battiato (b. 1945), artista siciliano poliédrico, es miembro honorario de la Asociación Astrofili Ionico-Etnei. Convierte sus sentimientos en música, pintura y cine. A través del telescopio observa el Universo, obteniendo inspiración para sus canciones”. Es verdad, porque hoy, más que nunca, está muy cerca de su cielo particular.

En un libro de Nuccio Ordine muy apreciado por mí, Clásicos para la vida, hay una referencia a una obra para no olvidar, El mercader de Venecia, de William Shakespeare, en un pasaje seleccionado por el autor, que me parece útil en cualquier momento de la vida: ¡Atiende a la música!: “El hombre que no tiene música en sí mismo y no se mueve por la concordia de dulces sonidos está inclinado a traiciones, estratagemas y robos; las emociones de su espíritu son oscuras como la noche, y sus afectos, tan sombríos como el Érebo: no hay que fiarse de tal hombre. ¡Atiende a la música!”. La obra de Shakespeare es un tratado contra la usura y la defensa de los valores humanos. Venecia representa hoy al mercado controlado por los hombres de negro, incapaces de poner música en vida alguna. Ordine termina este breve pasaje de Shakespeare citando obras que le conmueven el alma, porque atendiendo la música se puede buscar “la esencia de la vida en aquellas actividades que pueden ennoblecer el espíritu, que pueden ayudarnos a hacernos mejores, que privilegian la esencia sobre la apariencia, el ser sobre el tener”, citando finalmente a Franco Battiato, quizás para que no cambiemos, para que estemos siempre muy atentos a la música, para que seamos firmes en mantener criterios y valores sobre la dignidad de la vida, de las cosas de la pandemia, de la gente…, defendiendo hoy desde su cielo particular el anhelado centro de gravedad permanente que necesitamos todos, ahora más que nunca y sin dejar a nadie atrás.

Gracias, Franco Battiato.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

La Atención Primaria en España, necesita Atención Pública Urgente, sobre todo en Andalucía

Sevilla, 4/XII/2022

Contra hechos no valen argumentos, que dice el adagio latino: contra facta non valent argumenta. He estudiado a fondo el trabajo científico que ha desarrollado la Fundación CIVIO, a la que tanto admiro, en relación con la presión de trabajo que sufre en la actualidad la Atención Primaria en nuestro país y, en concreto, en mi Comunidad Autónoma, Andalucía, considerando que es un deber ético como ciudadano de base divulgar estos datos en la medida que pueda hacerlo con todas las garantías de trasladar la información tal y como la ha elaborado la Fundación: “En 2022, la carga de trabajo en medicina de familia se ha mantenido o incluso ha empeorado en todas las comunidades que han proporcionado datos a Civio, salvo en Castilla-La Mancha. Entre las diez áreas sanitarias más saturadas se encuentran dos de la Comunidad Valenciana, cinco de Andalucía y tres de la Región de Murcia, que rondan una media de 40 consultas atendidas al día. Aunque la Comunidad de Madrid no ha ofrecido sus datos desagregados al nivel que solicitamos, dieciséis centros de salud, la mayoría en el sur de la región, han superado los 40 pacientes diarios de media. Cataluña, Galicia, Asturias y Cantabria no han querido dar sus cifras actuales de presión asistencial”.

Para emitir juicios bien informados es imprescindible tener el conocimiento adecuado del asunto que se está tratando y trascender la mera opinión sobre lo que está pasando y estamos viviendo en la Atención Primaria de nuestro país, con resultados muy preocupantes en Andalucía, como se decía antes en la transcripción de resultados de áreas sanitarias en nuestro país, donde de las diez áreas más saturadas en medicina de familia por número de pacientes que atienden a diario, cinco se encuentran en Andalucía, concretamente en Sevilla Norte, Jaén Norte, Sevilla Este, Córdoba Sur y Jerez Costa Noroeste.

En relación con la Pediatría, la situación es todavía peor porque “está desbordada” en el momento actual y muestra de ello es que “la comunidad con peores datos ha sido Andalucía, donde se concentran nueve de las diez áreas sanitarias con mayor presión asistencial [la negrita es mía], cercana a los 30 pacientes atendidos al día”.

Esta situación, bastante dramática y significativa en Andalucía, se vuelve a repetir al analizar en 2022, la presión asistencial máxima en enfermería, situándose en torno a los 25 pacientes atendidos al día, que concentra siete de las diez áreas sanitarias más saturadas, seguida de Comunidad Valenciana, con dos, y Murcia, con una.

Ante la situación expuesta, en la que faltan lamentablemente los datos correspondientes a cuatro Comunidades, Cantabria y Galicia, porque no contestaron a la petición de CIVIO, así como Cataluña y Asturias que, aunque sí contestaron, en realidad no ofrecieron la información que se pedía, sólo caben dar respuestas urgentes, que pasan por atender las demandas justas de los profesionales directamente afectados, tanto de presupuesto público como de incremento de contratación de los profesionales que faltan, porque cuando se les escucha se constata algo todavía mucho más preocupante: los datos expuestos no reflejan la dramática situación que atraviesan a diario en las consultas, porque junto a las citas programadas, atienden también urgencias, suplencias casi a diario por ausencias de diferentes titulares cuyas bajas no se cubren y otras tareas asistenciales agregadas y no contabilizadas en estos datos, como se afirma en la investigación de CIVIO: “Por desgracia, la realidad es todavía peor que la que dibujan las cifras oficiales de los servicios de salud. “Nunca me he creído [los datos oficiales de presión asistencial]. Las medias son engañosas. Infracuantifican la realidad en la mayoría de los sitios”, dice el médico de familia Vicente Baos. En el centro de salud donde trabaja, ubicado en Madrid, la presión asistencial oficial en 2022 se ha situado en torno a las 36 consultas atendidas al día, cuando, según el médico de familia, es habitual que vean “entre 48 y 55 pacientes”. ¿Dónde está el truco? Para hacer el cálculo de los promedios, se estima el total de días laborables -sin restar las vacaciones- y se incluye el número total de personas en plantilla, sin tener en cuenta posibles ausencias. Baos pone como ejemplo su propio centro de salud, donde otro médico ha estado de baja durante ocho meses sin ser sustituido. Como consecuencia, el resto de compañeros se ha organizado para poder atender a sus pacientes, aunque, en los datos oficiales, la presión asistencial se calcularía como si la plantilla estuviera al completo”.

Para no reinterpretar los datos que se han obtenido por el excelente trabajo de investigación llevado a cabo por la Fundación Civio, recomiendo entrar directamente en el buscador que han elaborado y que permite consultar la presión asistencial en la atención primaria del área de salud sobre la que se tenga especial interés en conocer su situación. La realidad es muy terca y lo expuesto debería levantar un clamor popular para trazar un plan de urgencia y emergencia en la Atención Primaria en el Sistema Nacional de Salud y en cada Comunidad Autónoma en lo que le afecte, debiéndose tener en cuenta por la Autoridad correspondiente, porque ante la evidencia de lo que está pasando el Ministerio de Sanidad debe actuar a través del Consejo Interterritorial para intentar paliar con legislación sustantiva las desigualdades territoriales que se están dando y para buscar financiación especial para atender con urgencia extrema las demandas existentes, que también son organizativas junto a la ordenación legislativa correspondiente.

En cualquier caso, es evidente que aun habiendo financiación posible en determinadas Comunidades, las prioridades políticas no son inocentes, algo que se evidencia en el incremento de pólizas de seguros privados de salud en todo el país y que también se puede verificar en la propia patronal de este ámbito de actuación, lo que se traduce en un desmantelamiento progresivo del Sistema Público de Salud, controlado por el mercado de la salud con el silencio cómplice de determinadas autoridades sanitarias. El año pasado ya lo manifesté en este cuaderno digital, al referirme a la situación del Sistema Nacional de Salud y el beneficio obtenido por ello por el aseguramiento privado: “Analizar los datos del El seguro de salud en 2020 (2021), publicado por la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA), refrenda que por ejemplo, en Andalucía, la suscripción de pólizas de seguros de salud privada ha crecido seis puntos desde 2009, es decir, ha pasado del 15% de la población asegurada al 21%, ocupando en la actualidad el 8º puesto en la capilaridad del seguro privado de salud en el país. Personalmente, me ha preocupado mucho este dato y debería plantearnos qué es lo que provoca este incremento, como una manifestación más de que la sanidad pública tiene graves problemas estructurales sin resolver. Es sólo un síntoma, pero de momento sabemos que la enfermedad por la que atraviesa el Sistema Nacional de Salud es grave en su diagnóstico actual y que persiste en todo el territorio nacional desde hace tiempo”. En este contexto, traigo a colación lo manifestado de forma rotunda esta semana por la doctora Anna Lluch, la mayor experta de España en oncología de mama e incluida entre los 100 mejores médicos del mundo, según ‘Forbes’, que “defiende la precisión del diagnóstico para la eficacia del tratamiento, la biopsia líquida y la humanización del trato con las pacientes”, al responder lo siguiente a una pregunta sobre por qué se van de España tantos médicos formados aquí: “Si hay pocos médicos y muchos turnos, se queman. Eso no se soluciona con voluntarismo, sino con voluntad política. El sistema público de salud se decide en las urnas”. Impecable respuesta, que no se debería olvidar en la situación actual de la Atención Primaria, analizada hoy, que se comenta por sí misma.

Como actividad complementaria a los datos anteriormente expuestos, recomiendo consultar también los datos oficiales que el Ministerio de Sanidad presentó en abril de este año en un informe monográfico sobre Recursos Humanos, ordenación profesional y formación continuada en el Sistema Nacional de Salud, 2020-2021, que complementa y amplía la información sobre los recursos humanos del Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2020-2021, porque las cifras presentan la realidad de las desigualdades que existen en nuestro país al respecto. Se puede comprender entonces por qué estamos ante la situación actual, con desigualdades muy preocupantes ante una realidad de un Sistema Nacional de Salud que se tambalea en sus bases de recursos humanos y financiación asociada.  Como ya finalizaron los aplausos al personal sanitario durante las fases agudas de la pandemia, recojo como homenaje a estos profesionales y para comprender mejor la situación actual, tan injusta, de la Atención Primaria, lo que el Informe Anual del Ministerio, citado anteriormente, dice textualmente, algo que hemos olvidado rápidamente: “En el ámbito de atención primaria en 2020, se han realizado el 40% de pruebas COVID-19, se ha atendido a 2,3 millones de personas diagnosticadas de infección COVID-19 y se ha realizado el seguimiento a 5,3 millones de contactos. La atención primaria ha mantenido un alto nivel de actividad en toda la pandemia; en las primeras semanas, el número de diagnósticos COVID-19 registrados en este nivel fue superior al de casos confirmados por laboratorio. Los períodos de aislamiento o contagio de las personas trabajadoras como consecuencia del virus COVID-19 se han considerado, excepcionalmente, como situación asimilada a accidente de trabajo. Esto ha supuesto una importante carga de trabajo para los médicos de atención primaria, que han gestionado 4 millones procesos de incapacidad temporal relacionados con la COVID-19 en 2020 y de 2,8 millones en 2021. En plena situación pandémica la Atención Primaria ha atendido un total de 379 millones de consultas en 2020, con un incremento de la actividad de 12,3 millones respecto a 2019 (+3%). Las teleconsultas entre profesionales y pacientes (127 millones) aumentaron un 600% con respecto al año previo y la actividad domiciliaria (13,5 millones de visitas) un 4%. Se observa un incremento considerable en la actividad de vacunación antigripal (+48%) y antineumocócica (+21%). La morbilidad atendida en atención primaria durante 2020, presenta una disminución en casi todos los diagnósticos habituales, con un importante descenso de las enfermedades respiratorias no relacionadas con la COVID-19. En 2021 el 26% de las personas que pidió cita con su médico de familia la obtuvieron para el mismo día o el día siguiente, mientras que el resto tuvo que esperar una media de 10,8 días. En 2019 estos valores eran del 42% para la cita en el mismo día o al día siguiente y 5,9 días de espera media para el resto”. Verdaderamente clarificador para que haya un movimiento reivindicativo de todo el país en favor de estos profesionales de Atención Primaria, que tanto hicieron durante la pandemia y que tantas vidas salvaron en condiciones extremas y a los que no deberíamos olvidar ni siquiera un momento.

Hace un año escribí en este blog un artículo, El Sistema Nacional de Salud ingresa en la Unidad de Cuidados Intensivos, en el que dije algo que ratifico de nuevo en esta situación concreta de abandono de la Atención Primaria: “Desde este blog escribo estas líneas de denuncia por el silencio cómplice, clamoroso, que se detecta en casi todos los niveles de responsabilidades públicas y privadas, porque hay cauces para establecer un clima de opinión que llegue ante las autoridades pertinentes para que se aborde el citado Pacto de Estado para reforzar el Sistema Nacional de Salud, aunque los silencios son más que evidentes. ¿A qué más hay que esperar? Las Mareas Blancas, por ejemplo, hacen lo que pueden, pero hay que crear un estado de opinión que sea favorable a este abordaje inmediato de soluciones para atender a una sanidad pública enferma, que necesita inmediatamente cuidados intensivos si no queremos que desaparezca a lo largo de los años, porque el deterioro va a más hasta alcanzar situaciones insostenibles, en las que la Sanidad Privada hará su agosto una vez más como gran solucionador, teórico, de todos los problemas actuales denunciados”.

Felicito una vez más a la Fundación CIVIO por el trabajo que llevan a cabo y que ya he reconocido en varias ocasiones en este cuaderno digital. Consultar sus datos, sus trabajos en diferentes frentes, es la única forma de emitir juicios bien informados para transformar el país en el lugar que a cada uno le corresponde y trascender así el campo sin vallar de la mera opinión que nada cambia. Si además refrendamos el conocimiento que adquirimos por medio de actividades tan encomiables como las CIVIO, nos debería llevar a entender que, efectivamente, los problemas del Sistema Nacional de Salud no se solucionan con voluntarismo, sino con voluntad política, es decir, el sistema público de salud tanto a nivel nacional como de Comunidades Autónomas, se decide en las urnas, porque la ordenación, organización y financiación sanitarias, no es la misma en todos los territorios del país y porque está demostrado que no es inocente.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

Ciudadano Jesús. Otra navidad es posible

Sevilla, 2/XII/2022

Publico hoy la tercera edición, revisada y aumentada, de mi obra «Ciudadano Jesús», con un subtítulo nuevo, Otra navidad es posible, tal y como lo explico en el Prólogo que adjunto a continuación. Una vez más, pongo esta obra a disposición de quien la quiere leer, como ejemplo de inteligencia conectiva al alcance de todos, para compartir el bien más preciado de la humanidad, la inteligencia que nos ayuda siempre a ser más libres y en este caso, a través de un medio tan poderoso como es la palabra difundida a través de Internet, donde la inteligencia digital se muestra con todo su valor intrínseco. Espero que disfruten de su lectura tanto como yo lo he hecho al prepararlo en esta nueva edición, que he cuidado especialmente para enriquecerla con nuevos artículos que surgieron en un texto y contexto especial, muy cerca de esta realidad tan próxima de la navidad, año nuevo y reyes, pero lejos del mercado y sus mercancías.

La imagen de la portada lleva un mensaje dentro: los «niños Jesús proletarios», según José Saramago, de un asentamiento de chabolas en Sevilla, El Vacie, que sigue siendo una vergüenza pública por su continuidad en el tiempo, sin que se haya logrado desmantelar todavía, en 2022, para que las personas alojadas allí vivan una vida digna, aparecen junto a una imagen del actor Enrique Irazoqui en su interpretación de Jesús de Nazareth, en un descanso en el rodaje de la película de Pier Paolo Pasolini, El evangelio según San Mateo (1964), porque estimo que ha sido la mejor versión cinematográfica, humana y cercana, «comunista», como se descalifica hoy a cualquier defensor de los nadies, del gran protagonista de esta navidad, tan manipulada a lo largo de los siglos. Con esta imagen, el que quiera entender que entienda.

Pasen hojas y lean… También, podrán escuchar música seleccionada en los artículos que forman parte de este libro, porque en muchas ocasiones está comprobado que podemos soñar despiertos en navidad, una etapa en la que podemos descubrir caminos que nos enseñó Eduardo Galeano: Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena. O que Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser solidario y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.

Ciudadano Jesús. Otra navidad es posible

Prólogo

Las páginas que siguen, marcadas siempre por la brevedad de una efeméride que se celebra anualmente, vuelven a tener este año un texto y contexto muy especiales, lastradas por una guerra y un desconcierto mundial que no deja nada igual que antes. Seguimos experimentando un tiempo de silencio, en el que vivo en la actualidad, del que salgo de nuevo un momento para recuperar una nueva edición (3ª), revisada y aumentada, de la anterior publicación del pasado 2021, Ciudadano Jesús, con un subtítulo no inocente, Otra navidad es posible, formando un todo a través de una recopilación de los artículos que he escrito a lo largo de los años de vida de mi cuaderno digital, el blog “El mundo sólo tiene interés hacia adelante”, a modo de espejo retrovisor de cómo me he aproximado a la realidad de la navidad, año nuevo y reyes, sin mayúsculas, desde que decidí abrir este medio de comunicación personal con la Noosfera en diciembre de 2005. Fundamentalmente, por un motivo que se vuelve a repetir a través de las sucesivas navidades pasadas: la navidad, este año, tampoco será ya lo que era, aunque como aviso para navegantes sigue siendo la gran preocupación del mercado salvarla siempre (económicamente) a toda costa, cuando lo que necesitamos es comprender que puede ser, de nuevo, una gran oportunidad para pasar más tiempo en el rincón de pensar y actuar adecuadamente, de forma responsable, aunque sólo sea como homenaje al auténtico protagonista de estas celebraciones: el ciudadano Jesús y su familia, a los que siempre retraté de la misma forma, a lo largo de los diecisiete años que cumple ya este cuaderno digital. En definitiva, se abre una vez más la posibilidad de que vivamos una navidad diferente, porque es posible.

Desde mi perspectiva laica, no quiero que esta navidad se escriba con mayúscula ni siquiera en su grafía ordinaria, sino que sea una navidad con especial atención a los nadies, los dueños de nada, excelentemente descritos por Eduardo Galeano y con especial relevancia ahora como consecuencia directa de la postpandemia y la guerra en Ucrania, interpretando su verdadero contenido, es decir, una historia que tiene muchos siglos de antigüedad en torno a la figura del nacimiento del ciudadano Jesús de Nazareth, que hilvanó un mensaje lleno de esperanza en su corta vida y recogido de forma espléndida, con un toque periodístico, por el joven Marcos, un “periodista” de la época que lo hizo más cercano y humano para todos.

Hace treinta y ocho años publiqué por estas fechas un artículo periodístico con el título de Ciudadano Jesús [1]. Lo he repasado cada navidad desde aquella ocasión y me reafirmo en cada párrafo del mismo, porque no ha perdido su vigencia: “Esta Navidad podía ser algo diferente. No sería bueno entrar en maniqueísmos desfasados, pero sí sería conveniente no malinterpretar el contenido revolucionario del mensaje del ciudadano Jesús. Con normalidad, con alegría, con coherencia, pero sabiendo de antemano que trabajar en su ideología y actitud de creencia lleva indefectiblemente a encontrarse de lleno con la actitud oceánica de la sociedad actual, donde el oleaje de consumo, violencia y desprecio humano suele ser el acicate para todo aquel que prescinde de la realidad del compañero. Porque nuestro sistema democrático vigente debe mucho al ciudadano Jesús, sobre todo a su actitud ante la necesidad de cambiar una sociedad tranquilizada con el bienestar codificado por las multinacionales de la alegría navideña”.

Decía Baltasar Gracián que “lo breve, si bueno, dos veces bueno”. Este pequeño libro se hace grande por su hilo conductor, que intenta reinterpretar en voces autorizadas la comprensión del niñodios juanramoniano y del ciudadano Jesús, para escritores, poetas, músicos, pintores y artistas de variado género. Me ha servido para acercarme a su figura y agradezco que me hayan dado la oportunidad de seguir interesándome por una historia contada a lo largo de los siglos y que siempre ha despertado un gran interés general que es lo que me entusiasma.

Espero que la lectura pausada de estas líneas sirva para algo bueno en un tiempo en el que necesitamos defender a toda costa el principio llamado esperanza, ante el poder omnímodo del mercado, que reviste de necesidad lo que solamente es consumo, incluso de un relato histórico que, como la rosa de Juan Ramón Jiménez, no deberíamos tocarlo mucho en beneficio de todos. Sólo reinterpretarlo, para poder transformar el mundo que no nos gusta, volviendo a leer las “pequeñas memorias” de Saramago, buscando el final de la microhistoria navideña del Nobel portugués. Y no me sorprende su reflexión recordando aquellos días: la ansiada presencia de los ángeles, una recreación de sus mayores, a los que nunca divisó en su cocina real, aunque los adultos que le rodeaban en aquella Nochebuena se empeñaban en demostrar que “lo sobrenatural, además de existir de verdad, lo teníamos dentro de casa”. Y Saramago niño, incluso ya mayor, aun dejándose llevar por el niño que siempre fue, nunca los vio, “ni uno como muestra”, porque el Niño Jesús que llevaba dentro estaba en otras cosas más mundanas, yendo del corazón a sus asuntos proletarios… Los que un día, no muy lejano, atendería como compromisos sociales el Niño-Ciudadano Jesús, incluso en la navidad de 2022.

En Sevilla, en el mes de diciembre de 2022


[1] teatro-de-barrio-libro1.pdf (wordpress.com)