
Más el trabajo humano
Con amor hecho, merece la atención de los otros
Luis Cernuda, A sus paisanos, en La desolación de la quimera
Sevilla, 28/V/2021
El pasado sábado 22 de mayo la violinista española y granadina por más señas, María Dueñas Fernández, ganó el prestigioso Concurso Internacional Yehudi Menuhin 2021, para jóvenes violinistas en su categoría “senior”, con tan solo 18 años. También obtuvo el premio especial del público. Ha sido una noticia que ha pasado casi sin pena ni gloria a través de los medios de comunicación social, tal y como señalaba Televisión Española en su información del pasado 25 de mayo, al haberse generado una polémica en las redes por el tratamiento recibido. El premio, uno de los más prestigiosos a nivel internacional en el mundo del violín, está dotado con 20.000 dólares y el préstamo de un violín Stradivarius por un periodo de dos años, que alternará ahora con los que toca en la actualidad, el Guarneri del Gesù “Muntz” (1736), cedido por la Nippon Music Foundation y el violín Nicoló Gagliano de 1734, cedido también por la Deutsche Stiftung Musikleben.
Ha interpretado en su ronda final del premio las siguientes obras: Subito (0:03), de Lutoslawski, el Andante cantabile (5:08) del Concierto para violín nº4 de Mozart (K. 218) y el Allegro non troppo (12:50) de la Symphonie Espagnole de Lalo, en Re menor (Op. 21), que pueden escuchar siguiendo el tempo marcado en las composiciones descritas anteriormente y que corresponden al vídeo de la final que adjunto a continuación. Como mozartiano de corazón, he sentido algo especial al escuchar su interpretación de la obra del compositor austriaco.
Gracias a su biografía oficial, verdaderamente asombrosa, sabemos que María Dueñas nació en Granada, España (Diciembre, 2002) y que “se trasladó a Alemania tras ganar con 11 años la convocatoria para estudios en el extranjero de Juventudes Musicales de Madrid, conseguir la beca Wardwell de la Fundación Humboldt y gracias al apoyo de Industrias Kolmer. Actualmente, Dueñas estudia con el distinguido pedagogo Boris Kuschnir en la Universidad de Música y Arte de Viena, así como en la Universidad de Arte de Graz, formación que se hace posible gracias a la Beca de AIE para instrumentistas en el extranjero. Cabe destacar, que su crecimiento musical recibió un gran impulso tras ganar la convocatoria del concurso de instrumentos en Hamburgo y recibir en préstamo un violín Nicolo Gagliano de 1734. A pesar de su juventud, su actividad concertista le ha llevado a las mejores salas de conciertos de Europa, incluyendo su debut a los quince años en la Sala Dorada del Musikverein de Viena, la sala Tchaikovsky de Moscú bajo la dirección de Vladimir Spivakov y la Orquesta Nacional Rusa, un debut seguido por una exitosa gira por España. La sala Filarmónica de Berlín, la Orquesta Sinfónica de San Francisco con Marek Janowski, el Teatro Monumental con RTVE y Caballé Domenech, el Auditorio Nacional de Madrid con los Virtuosos de Moscú y la OCNE con Jaime Martín, la Orquesta Filarmónica de Estonia con Mihhail Gerts, la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias con Ari Rasilainen, la Orquesta Sinfónica de Lahti con Dima Slobodeniouk, l’Auditori con la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Cataluña y la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo y Gustavo Gimeno. Su paso por la Elbphilharmonie de Hamburgo dio lugar a la emisión del CD So klingt die Zukunft, producido por el Deutsche Stiftung Musikleben y la NDR. Festivales de renombre internacional han contado con la presencia de María, tales como el Festival Mecklenburg-Vorpommern, el Rheingau Festival en una producción junto a Pablo Ferrández y Pablo Sáinz-Villegas, Schloss Elmau junto a Itamar Golan, el Festival Internacional de Música y Danza de Granada dirigida por Juanjo Mena y la Orquesta Sinfónica de Galicia o el Festival Internacional de Colmar, donde rindió homenaje a Claudio Abbado. Alumna Residente de la Academia Verbier en 2017, María regresó en 2019 al Festival como artista invitada, ofreciendo su recital debut con Ken Noda. Le Figaro celebró su actuación como la de “una niña prodigio, cuya expresividad y virtuosismo encantaron al público.” Asimismo, su participación con la Orquesta Filarmónica de St. Petersburgo, bajo la dirección de Vassily Sinaisky, en el Festival de Invierno de St. Petersburgo ha supuesto otro hito importante en su carrera. El espíritu sediento de aprendizaje de María le lleva a adentrarse en el mundo de la composición y a formar el Hamamelis Quartett, premiado en el Concurso Fidelio de Música de Cámara. Su obra para piano Farewell fue galardonada en el Concurso de Composición Robert Schumann. El compositor Jordi Cervelló ha compuesto recientemente varios caprichos para violín dedicados a María, estrenados durante su recital en Girona con Evgeny Sinaisky. En la presente temporada destaca su debut con Manfred Honeck por partida doble con la Filarmónica de Gotemburgo y la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh, en la Elbphilharmonie de Hamburgo así como su estreno con la Orquesta Sinfónica de Lucerna bajo la dirección de Michael Sanderling”.
Es importante no silenciar nada de su trayectoria personal y profesional, porque es un ejemplo extraordinario para los jóvenes de este país. Además, junto al premio citado anteriormente, hay que destacar los siguientes, recibidos recientemente en el Concurso Internacional neoyorquino “Getting to Carnegie Hall 2021” y la elección como artista del mes en Musical America: “María Dueñas comienza a consolidarse en el panorama internacional. Descrita en el Daily Californian como “una solista de impresión, que cautivó la atención del público desde la primera nota” en su debut con la Orquesta Sinfónica de San Francisco y Marek Janowski, la crítica alaba su versatilidad para combinar técnica y sensibilidad. Dueñas se dio a conocer tras ganar el Primer Premio en el Concurso Internacional Mozart en Zhuhai, China. Su éxito en el Concurso de Violín Internacional de Vladimir Spivakov en Rusia le condujo a otros proyectos muy inspiradores con el Maestro Spivakov. Otros galardones incluyen una prolífica sucesión de Primeros y Grandes Premios, entre los que caben mencionar el Concurso Internacional Yankelevitch, el G. P. Telemann en Polonia, recibiendo también el Premio Especial por la mejor interpretación de una sonata para violín solo, el Premio Luigi Zanuccoli en Italia, el Concurso Internacional de Leonid Kogan en Bélgica o el reconocimiento de la prestigiosa Academia Kronberg en Alemania, con el título Prinz von Hessen 2017 como la violinista más joven con mayor potencial y proyección. Radio Nacional de España le otorgó el Premio “Ojo Crítico 2020” en la Sección de Música Clásica, reconociendo su figura como “embajadora de la música española en el circuito internacional”.
Lo he repetido hasta la saciedad en este cuaderno digital: debemos reconocer todo lo que a diario se hace bien en este país, porque necesitamos esos refuerzos positivos. Con este reconocimiento mundial a la violinista granadina María Dueñas, de tan sólo 18 años de edad, he recordado las palabras del cardiólogo Valentín Fuster, residente durante muchos años en América, que pronunció en 2013 durante una visita a España: “Yo puedo estar hablando todo el rato del desastre que hay en España. Pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…” o lo que es lo mismo, puedo estar hablando todo el rato de lo que hace mal este país, pero igual podemos sacar unos minutos para saber si algo funciona…. Y comprobaremos que es verdad, que funcionan muchas cosas que aparentemente son de otro mundo pero que gracias a una española como María Dueñas contribuimos a dignificar el país en un premio internacional de violín que debería causar la admiración necesaria y justa de todos, sin excepción alguna.
Vuelvo a escuchar y a contemplar a María Dueñas en su interpretación del Andante cantabile (5:08) del Concierto para violín nº4 de Mozart (K. 218), que compuso en octubre de 1775, con 19 años, una edad similar a la suya, durante una estancia en Salzburgo. Alfred Einstein (1), primo del premio Nobel Albert Eisntein, quien consideraba a Mozart como un maestro suyo extraordinario, dijo de este Andante cantabile, que era “realmente un canto ininterrumpido del violín, una confesión de amor”. La que hoy deberíamos reconocer en María, mereciendo nuestra atención como paisanos suyos, andaluces y habitantes de este país en general, según Cernuda, porque está dejando en el mundo un mensaje continuo de que en España hay personas necesarias, imprescindibles y maravillosas por su forma de construir un mundo mejor, en este caso a través de la música, que son un ejemplo a seguir y para no olvidarlo jamás.
(1) Einstein, Alfred (2006). Mozart. Madrid: Espasa Calpe, p. 306.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.
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