
Sevilla, 23/III/2023
Con el amor y el sufrimiento se fueron aunando las voluntades
Quilapayún, en el Relato II de la Cantata Popular de Santa María de iquique
Estar bien informados es consustancial con la democracia y con las actitudes que se desprenden de ella a nivel de ciudadanía, sobre todo cuando las ejercemos en nuestra vida ordinaria. En este sentido, conviene tomar nota de qué razones de la razón y no sólo del corazón (que también existen siguiendo el pensamiento de Pascal), están detrás de la convocatoria que hace la organización popular de Mareas Blancas para el próximo 25 de marzo, en todas las provincias de Andalucía y en defensa de la sanidad pública, con un lema muy claro y convincente para la asunción de responsabilidades ciudadanas: “la sanidad pública está en tus manos”. Creo que a lo largo de la historia de este cuaderno digital, casi dieciocho años, me he posicionado claramente a favor de la sanidad pública y muestra de ello son los artículos que he publicado recientemente, cuando una gota de despropósito político ha colmado el vaso del desmantelamiento controlado del Sistema Sanitario Público de Andalucía: la Orden por la que bajo el título que la define su objeto se esconden dos situaciones verdaderamente preocupantes: la posibilidad de que la sanidad privada okupe (sic) las instalaciones públicas sanitarias de todo tipo y que se ponga precio a la externalización de las consultas de atención primaria.
Es verdad que cuando tenemos que exponer razones de la manifestación citada, no sólo pre-ocupan (con guion) las dos anteriormente expuestas, que ha sido la gota que ha colmado el vaso de despropósitos políticos, sino un cúmulo de situaciones que durante los últimos años han encendido todas las alarmas sobre la situación actual del Sistema Sanitario Público de Andalucía. Me refiero a la situación caótica de la Atención Primaria, base indiscutible de garantías del funcionamiento ordenado y organizado de la sanidad pública, como la auténtica puerta de entrada al mismo, así como la falta de dotación de profesionales de todo tipo y de infraestructuras, listas insoportables de espera, marginación de la urgente atención integrada a la Salud Mental, desorganización estructural y directiva, así como la falta de financiación bien planificada y distribuida, entre otras muchas carencias. Todo ello ocurriendo en estos momentos y sufriéndolo la ciudadanía en Andalucía, sobre todo los que menos tienen y no pueden acceder a seguros privados, que están haciendo algo más que “sus agostos”, yo diría que “sus años”, con una financiación derivada de las arcas públicas hacia convenios y conciertos con organizaciones privadas que financiamos entre todos.
En la presentación telemática de la convocatoria de las manifestaciones en Andalucía por parte de la Coordinadora de las Mareas Blancas de las diferentes provincias andaluzas, el coordinador, Antonio Vergara ha justificado esta acción popular en que las reivindicaciones que vienen haciendo en los últimos meses “están fundamentadas y no son eslóganes, ni frases repetidas sin fundamento, sino planteamientos analizados siempre con la visión de lo público, de que todos los derechos sean universales y de la misma calidad para todos”, dejando muy claro que estas mareas no representan los intereses de ningún partido político o sindicato, sino exclusivamente “la exigencia de derechos para los andaluces”. Para las mareas lo importante es que se visibilice el “poder social”, sin instrumentalización alguna.
Para comprender bien las razones de la razón para defender la Sanidad Pública en Andalucía, relaciono a continuación los cuatro artículos que he publicado a lo largo del último mes y medio en este cuaderno digital, porque estimo que puedan ofrecer información suficiente para justificar la asistencia a la manifestación convocada por las Mareas Blancas de Andalucía el próximo sábado 25 de marzo en todas las provincias andaluzas: Es una realidad la venta controlada del Sistema Sanitario Público de Andalucía, la joya de la corona, Se consolida el desmantelamiento del Sistema Sanitario Público de Andalucía, La crisis sanitaria pública actual, ¿es de modelo estratégico o de ideología? y, el último, El desmantelamiento de la sanidad pública en Andalucía no se reconduce con una corrección de errores.
Creo, por último, que existen razones de fondo y forma para estar presentes en esta convocatoria, sobre todo si creemos y defendemos a ultranza el Estado de bienestar, con el mejor modelo estratégico de salud que se adapte a las circunstancias sociosanitarias actuales, que cambian obviamente con el paso de los años, porque si hay ideología de defensa de las garantías públicas, desde la cuna hasta la tumba, suele haber dinero para su financiación, a través de la economía democrática. Lo que no es presentable es confiar sólo en la financiación para garantizar el sostenimiento de cualquier Sistema Nacional de Salud, incluso el que no está orientado a la ciudadanía en general, sin exclusión alguna, fundamentalmente porque hay modelos no inocentes, en los que el capital y los fondos de inversión hacen su permanente agosto descapitalizando los recursos públicos ya existentes de forma gradual, hasta hacerlos insostenibles como justificación de que la sanidad privada es la única salida que existe ante la situación actual de la Sanidad Pública. Por tanto, las ideologías que sustentan la democracia explicitada en el llamado Estado de Bienestar son las garantes de la economía democrática y participativa de la sociedad en ese Estado, no al revés, desde el capitalismo puro y duro, sin democracia y sin participación social alguna. Es lo que no deberíamos olvidar para seguir defendiendo los doce principios que figuran en la vigente Ley de Salud de Andalucía, sin dejar ninguno atrás: la universalización y equidad en los niveles de salud e igualdad efectiva en las condiciones de acceso al Sistema Sanitario Público de Andalucía, la consecución de la igualdad social y el equilibrio territorial en la prestación de los servicios sanitarios, la concepción integral de la salud, incluyendo actuaciones de promoción, educación sanitaria, prevención, asistencia y rehabilitación, la integración funcional de todos los recursos sanitarios públicos, la planificación, eficacia y eficiencia de la organización sanitaria, la descentralización, autonomía y responsabilidad en la gestión de los servicios, la participación de los ciudadanos y de los trabajadores del sistema sanitario, la promoción del interés individual y social por la salud y por el sistema sanitario, así como la de la docencia e investigación en ciencias de la salud, la mejora continua en la calidad de los servicios, con un enfoque especial a la atención personal y a la confortabilidad del paciente y sus familiares y, por último, la utilización eficaz y eficiente de los recursos sanitarios. Son doce razones, no inocentes, que tampoco deberíamos olvidar en esta convocatoria de la manifestación prevista para el próximo sábado 25 de marzo, que también justifican por sí mismas nuestra asistencia a ella porque, no nos engañemos, la sanidad pública está en nuestra mente y en nuestras manos.
José Antonio Cobeña Fernández
Ex secretario general del Servicio Andaluz de Salud (2000-2004)
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.
UCRANIA, ¡Paz y Libertad!
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