
Alberto Diaz Gutierrez, Korda, Guerrillero Heroico – Che Guevara en el funeral de las víctimas de la explosión de La Coubre, 5 de marzo de 1960.
Sevilla, 30/III/2023
En la tarde del 5 de marzo de 1960, durante el acto de homenaje que el pueblo cubano ofreció a las personas que habían fallecido el día anterior en el puerto de La Habana, en la explosión de un barco francés, Le Coubre, que llevaba armas para el ejército cubano, un fotógrafo que trabajaba para el diario Revolución, Alberto Díaz Gutiérrez, conocido como Korda, tomó veintisiete instantáneas, entre las que se encontraba la más famosa que nunca había podido imaginar y por la que tampoco quiso cobrar derechos de autor, aunque cayera posteriormente en manos del mercado hasta unos límites insoportables y muy alejados del espíritu del Che y del fotógrafo que lo inmortalizó. Aparecía, a sus treinta y un años con un rostro serio y la mirada casi perdida, mostrando «absoluta implacabilidad», según Korda, con una boina negra y una estrella bien centrada, con bigote, barba y una cazadora con cremallera cerrada hasta el cuello.
Unos años después y a través de un editor italiano muy cercano a la revolución cubana, Giangiacomo Feltrinelli, en sus avatares ideológicos muy próximos a lo que estaba ocurriendo en Cuba, consiguió la posibilidad de publicar el Diario del Che en Bolivia, tras la entrega de los documentos originales por parte de Fidel Castro, traduciéndolos de forma urgente para devolver el original al mandatario cubano, obteniendo la fotografía citada del Che, entre otras que podrían figurar en el libro, a través de Korda que, de nuevo, le expresó que podía disponer de ellas sin contraprestación alguna. Para Feltrinelli, el pensamiento del Che era “necesario” para la sociedad y su editora ya había iniciado ese camino con otras publicaciones de la revolución cubana.
En este contexto he conocido hoy a través de una entrevista publicada en la edición argentina de elDiario.es, bajo el título El Che fotógrafo, su faceta menos conocida, que sí me ha interesado a mí conocer, al recordarme inmediatamente la fotografía icónica comentada anteriormente, aunque sí conocía su “afición” como faceta artística en su azarosa vida. La entradilla de la entrevista me ha llevado a una lectura atenta de esta aproximación, de nuevo, a la vida y obra de Ernesto Che Guevara: “Casi no hay rincones que no se hayan explorado en la vida del líder guerrillero. Sin embargo, la fotógrafa e investigadora Cora Gamarnik encontró que además de todo lo conocido, Ernesto Guevara tenía también pasión por las fotografías. Esas imágenes son también un acercamiento a la manera en que él miró el mundo”. Ella misma manifiesta que antes que entrar de nuevo en la figura fotografiada de Guevara era importante “[…] saber primero cómo miró el mundo cuando era un joven desconocido y luego, ya como el Che”.
Su trabajo se está centrando en la actualidad en conocer a fondo todo el material en torno a este nuevo hilo conductor y para ello se centró en un primer momento en localizar todas las fuentes posibles, hecho que pudo alcanzar “en el Centro de Estudios Che Guevara de la capital cubana, que funciona en la misma casa donde vivió, luego de la revolución, con Aleida, su esposa, y sus hijos e hijas. Su familia es la que cuida y conserva el material”. La lectura de la entrevista, que recomiendo en cualquier caso, es de gran interés para conocer esta faceta del líder revolucionario. Me ha interesado, sobre todo, conocer “los rasgos de sus imágenes”, que Cora Gamarnik describe con precisión absoluta: “Hay rasgos diferenciados, pero también hay constantes.El Che demuestra con sus fotografías haber sido un gran observador, sensible al esfuerzo humano, a los paisajes bellos. La fotografía le permitió acercarse y conocer lugares y gente. Se ve que disfrutaba de la soledad. La cámara fue un vehículo para comprender la realidad de los países que recorría y en la forma visual de expresar las ideas de un hombre curioso, íntimo, sensible. Las fotos muestran una búsqueda artística, estética. Ensaya planos, ángulos, técnicas diferentes. Saca fotos en color y en blanco y negro. Cuando puede, revela él mismo en un laboratorio improvisado”.
La investigadora ha ido descubriendo a Ernesto Che Guevara observando todo su trabajo: “La verdad es que me interesó todo lo que fui viendo a medida que leía sus diarios y sus muchas biografías. Mirar sus fotos es como ver a través de sus ojos, observar lo que él mismo miró. Es apasionante. También merecen un análisis aparte sus autorretratos, tomados en momentos clave. Conocemos su transformación, su paso a la clandestinidad cuando decide salir de Cuba, como cambió su rostro para esquivar a los servicios de inteligencia. El Che dejó para la historia el registro de su vida. De hecho, existen fotos suyas de bebé fotografiado por su padre, junto a su madre y sus hermanos y hermanas, hasta los rollos de fotos sin revelar que le encuentran en su mochila y le sacan sus captores en Bolivia antes de asesinarlo”.
Cuando he finalizado la lectura de la entrevista, he pensado algo de forma instantánea, como lo que ocurre cuando se obtiene una foto, ese instante mágico que queda grabado para la posteridad. La fotografía icónica de Ernesto Che Guevara, titulada oficialmente como “Guerrillero Heroico”, no se tomó por Korda para “decorar apartamentos”, como metáfora clara de su verdadera sentido, no inocente, en aras de defender una revolución, al igual que Picasso dijo de su famoso Guernica que “no estaba hecha para decorar apartamentos…Es un instrumento de guerra ofensiva y defensiva contra el enemigo”. El que quiera entender, que entienda. Efectivamente y salvando lo que haya que salvar, la imagen del Che tomada por Korda, su mirada implacable, no se hizo para decorar apartamentos, ni para beneficio del mercado en todas sus manifestaciones posibles, sino como un instrumento de la revolución cubana al servicio del pueblo. Nada más.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.
UCRANIA, ¡Paz y Libertad!
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