“Este premio pertenece al Polígono Sur, a sus hombres y mujeres, porque a pesar de cargar día a día con la lacra social y el aislamiento que este injusto sistema y los medios de comunicación perpetúan, Polígono Sur es mucho más que el morbo de las 3000 viviendas, que se empeñan en retratar. Su gente, sueña con transformar los seis barrios que componen esta castigada zona de Sevilla, que tiene las cifras más altas de desempleo y donde aún existe analfabetismo. No parten con las mismas oportunidades que aquellos que tienen un nivel socioeconómico más alto. Pero se levantan día a día para formarse y poder trabajar dignamente. Son un ejemplo de comunidad vecinal, de lucha y dignidad. Por eso es tan importante el papel de la Educación, y la Escuela pública, es la única presente en la zona, la única que ofrece oportunidades a todos y a todas.”
Extracto del discurso que no se pudo leer en la entrega del Premio Nacional Miguel Hernández al Centro de Educación Permanente (CEPer) de adultos Polígono Sur, en Sevilla, por decisión del Ministerio de Educación. Probablemente, no les gustó su contenido que animo a leer de forma íntegra porque estimo que es impecable. Una gran lección de dignidad.
Ayer se celebró el Día Internacional de la Alfabetización y para Andalucía fue un acontecimiento especial, simbolizado en el Premio Confucio de Alfabetización de la Unesco que ha recibido el Centro de Educación Permanente (CEPer) de adultos Polígono Sur de Sevilla, así como el primer Premio Nacional Miguel Hernández que concede el Ministerio de Educación para distinguir proyectos de nuevos lectores y que fue entregado en el mes de junio, en un acto polémico porque la directora del centro no pudo leer en público el breve discurso que había preparado, porque básicamente defendía la escuela pública. Sin comentarios.
He leído con atención el reportaje que publicó ayer el diario El País, sobre esta realidad lacerante en la sociedad española y que afecta obviamente a Andalucía, con 216.000 personas analfabetas, resaltando de forma extraordinaria la vida diaria de un Centro de estas características, donde se recupera la dignidad de muchos andaluces y andaluzas que la vida no les permitió aprender a leer y escribir, escribiendo una historia muy triste de este país que algunos se empeñan en olvidar. Es necesario leerlo con suma atención, porque dibuja una historia difícil de contar hoy día por su proyección de futuro inmediato: “Yo le solía decir a la mujer del banco que me leyera lo que tenía que firmar, que no me había traído las gafas y no veía la letra pequeña. Pero era mentira, claro”, cuenta Dolores Fernández, de 68 años. Ahora enseña orgullosa sus apuntes con la palabra historia bien escrita tras el dictado de la clase de alfabetización de la asociación Los Vencedores, situada en el barrio Martínez Montañés de Sevilla, con un 50% de analfabetismo, declarado por la Unión Europea de actuación preferente por su alto grado de exclusión social y ubicado en una zona conocida como las Tres Mil Viviendas. “Nunca pude estudiar porque empecé a trabajar cuando era una niña y después me casé y crié a mis hijos. Ahora sé expresarme mejor”, cuenta. De las 490.000 mujeres analfabetas que hay en España, 280.000 (el 57%) tienen entre los 65 y 84 años” (1).
Queda mucho por hacer en este sentido, pero es maravilloso constatar que cuando la solidaridad tiene carácter público y se utilizan fondos públicos para ajustar las desigualdades, el esfuerzo merece la pena y así se reconoce. Los premios citados anteriormente son un revulsivo para Andalucía y un reconocimiento explícito de realidades positivas de esta Comunidad Autónoma tan castigada últimamente por corrupción pública y privada. Nada mejor que seguir haciéndolo hasta la erradicación plena de esta injusta realidad que se cebó básicamente con las mujeres, en una discriminación histórica que como diría mi abuela, “no tiene perdón de Dios” o de realidades históricas muy cercanas en el tiempo que no hay por dónde cogerlas.
Si queremos tomar conciencia de esta realidad, es necesario leer y releer con nuestra suerte de haber ido a la Escuela desde muy pequeños, un tesoro de periódico digital, Andaluces.es, con un título emblemático desarrollado en este número: “La escuela de los sueños cumplidos”. Comprenderemos, mejor que nunca, por qué debemos alegrarnos del premio recibido por este centro tan olvidado en el día a día de esta ciudad que Manuel Machado no fue capaz de describir nada más que con su nombre…, probablemente el que ya escriben estas mujeres y hombres que guardan con orgullo en sus personas de secreto junto a la primera palabra que leyeron y escribieron a pesar de su avanzada edad cronológica y de dignidad.
Sevilla, 9/IX/2014
(1) Lucas, Ángeles (2014, 8 de septiembre). La historia muda de los analfabetos. El País.
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Publicaciones anteriores de esta serie:
Andalucía: una realidad positiva (III)
Andalucía: una realidad positiva (II)
Andalucía: una realidad positiva (I)
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