Sheila Blanco canta a las poetas del 27

Sevilla, 8/III/2021

Para completar hoy mi participación activa en la celebración del Día Internacional de la Mujer, deseo compartir el descubrimiento de una isla desconocida, la voz de Sheila Blanco, a la que identifiqué en la banda sonora del documental emitido anoche por TVE2, Las sinsombrero, en su tercera entrega, formando parte de un proyecto muy interesante que conviene seguir con atención y respeto histórico.

Sheila, pianista, compositora y cantante, «ha convertido en canciones una selección de poemas de las mejores autoras de la Generación del 27, acompañándose únicamente por un piano, poniendo voz y ritmo a los versos de las poetas Carmen Conde, Ernestina de Champourcin, Concha Méndez, Elisabeth Mulder, Pilar de Valderrama, Margarita Ferreras, Josefina Romo Arregui y Dolores Catarinéu, «interpretando una música que ahonda en las emociones que impregnan sus poemarios y que abordan temas universales, personalizados en las vidas de cada poeta como son el amor, el dolor, el exilio, la belleza, la pena, el remordimiento».

La canción que pueden escuchar junto a estas palabras es la musicalización del poema de Josefina Romo Arregui (Madrid, 1913 – 1979), Pétalos. Quiero besarte la risa, en una interpretación delicada y de gran belleza musical, para demostrar de forma fehaciente que «sin ellas, las poetas, la historia no está completa», en todas y cada una de las vertientes que podamos imaginar, sobre todo la del respeto del papel de la mujer en la historia de la cultura en nuestro país, tan olvidado y oculto siempre. Sheila manifiesta que «En la persona de Josefina se aúnan la sensibilidad, la capacidad de trabajo y las ansias por conocer el mundo. Se doctoró con premio extraordinario en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid y llegó a impartir clase en la Universidad de NYC y más tarde en Connecticut, al ocupar la Cátedra de Lenguas Románicas y Clásicas. Fundó y dirigió durante 10 años los famosos Cuadernos Literarios, además de impartir conferencias por tres continentes y publicar diversos poemarios y ensayos. Con 19 años escribió su poemario inaugural, La peregrinación inmóvil, cuyo título es ya toda una declaración de intenciones. Es este un poemario experimental y onírico con poemas preciosistas como este “Pétalos. Quiero besarte la risa” que me enamoró desde la primera lectura. La música que le he compuesto intenta subrayar la belleza de la sencillez del poema».

Quiero besarte la risa
y sus notas cristalinas;
colgándome de los labios
parecerán campanillas;
quiero besarte la luz
que brota de tus pupilas.
¿Cómo será fría o cálida?
¿Lo mismo que cuándo miras?
Sueño mi beso estuviera
lejos del radio en que gira
lo que es, pues yo quisiera
bajo la noche tranquila
besarte lo que ninguno
hasta hoy te besaría.

En La peregrinación inmóvil, 1932.

Creo que es una oportunidad para disfrutar de un canto a la vida, un símbolo de lo que significa compartir palabras que envuelven la razón de ser de una mujer muy desconocida que a través de la poesía nos entrega hoy la belleza de la vida y su difícil peregrinar en ella. Gracias en este aquí y ahora a la generación de las sinsombrero, a Josefina, a Sheila.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada

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