Y van 21 mujeres muertas…

La noticia es escalofriante. Quería finalizar el mes de Marzo con unas palabras sobre la inteligencia digital aplicada y me he dado de bruces con esta noticia: 21 mujeres muertas en el primer trimestre de 2006, el más sangriento de las estadísticas. Además, Andalucía ocupa desgraciadamente el primer lugar. Y a la hora de comparar siempre surge la respuesta facilona: ocupamos ese lugar porque somos muchos. Así. La fría estadística. Es impresionante asistir a este rosario de acontecimientos que, lamentablemente, han dejado de ser noticia. La realidad es que en estas tierras del Sur, a la hora de hacer este difícil recuento de habitantes, hay que aceptar de forma inexorable que cinco mujeres ya no cuentan desde Andalucía para España y la Humanidad. La auténtica noticia ha cambiado: hay que anunciar a los cuatro vientos (del Sur) que hoy, esta semana, este mes no ha muerto ninguna mujer por violencia de género.

Es urgente buscar alternativas. Es muy importante que hablemos de estas cuestiones. Hay que desenmascarar a los presuntos maltratadores en el silencio. A los que no se ven a diario. A los que conviven en la doble cara y en el desenfado del machismo más denostado. Fíjense en el comentario que aparecía en el diario “El País” del pasado 25 de marzo, en un artículo extraordinario de Mariano Maresca: “Maldita la gracia”. Se quejaba amargamente de la bajeza que muestra la televisión pública andaluza en un apartado tan sensible como el del entretenimiento: “Vean si no el programa de Canal Sur Hagamos el humor, un concurso de gente que cuenta chistes. Esta semana lo he visto dos veces. El sábado al mediodía repitieron una semifinal. Y el domingo, de noche, dieron una nueva fase. En las dos ocasiones los chistes pasaron con creces los límites de lo que una persona con una educación decente se atrevería a contar más allá del ámbito de una reunión reservada. No faltaron los chistes sobre mariquitas, cojos y gangosos, ninguno de ellos reproducible, excepción hecha de Canal Sur, que con una mano quita lo que da con la otra: el respeto más elemental a cualquier persona o colectivo que inspira otros programas de la cadena, como Frontera social o Solidarios. La cima se alcanzó con el chiste ganador, acerca del olor de imaginen qué parte del cuerpo femenino. Y Canal Sur premió con dinero al sujeto que lo contó”.

Hace años leí en un libro de José Antonio Marina, a quien profeso admiración, un texto de un graffiti anónimo que hoy me gustaría adaptar a esta situación: Dios ha muerto, 21 mujeres han muerto  y, la verdad, yo no me encuentro nada bien.

La inteligencia de lo ultramoderno se rebela con estas situaciones. Sobran los comentarios. Pero lo que no se puede entender de ninguna forma es que un canal público no cuide hasta la saciedad cualquier atisbo de falta de respeto a la mujer, con la que está cayendo. Tolerancia cero, decimos para cualquier terrorismo. También debería ser un lema aplicable al terror contra la mujer, desde cualquier ámbito, desde cualquier esfera, incluso desde esa “grasia que no se pué aguantá”. Incluso ante la chabacanería más soez. Porque por ahí se empieza, cuando se falta al respeto y a todos nos parece que es para partirse de risa. Yo diría: para morirse de pena…

Sevilla, 31/III/2006

Género y vida (http://www.joseantoniocobena.com/?p=31)

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