“Tienes prisa por escribir, / como si fueras con retraso respecto de la vida”
René Char
Con este precioso poema leído por Manuel Rivas, comenzó ayer en Madrid el Festival Ñ . La eñe sigue de moda, pero no me interesa tanto su promoción turística como la ideológica, que no debe ser tampoco inocente. El director del festival, Rivas, me ofrece todas las garantías por el compromiso activo con su oficio de escritor que nos enseña siempre a utilizar la inteligencia para hacernos pensar y ser mejores personas. El nos explicó de forma magistral en La lengua de las mariposas lo que significan los silencios cómplices, en un momento de este país que necesita inundarse de educación y cultura para comprender mejor qué está pasando. Empeñándose, con eñe, en defender las libertades y la dignidad de ciudadanos que miran siempre hacia adelante, sin volver la vista atrás, respetando el legado machadiano al que tanto debemos.
Intervino ayer Juan Goytisolo que no dejó títere con cabeza, quizá porque vio antes de entrar en la sala Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes, espacio de este encuentro, a Titirimundi, que sigue paseando los títeres con la inteligencia de aquél niño de cuatro años que buscaba Groucho Marx por todas partes: “- ¡Hasta un niño de cuatro años sería capaz de entender esto!… Rápido, busque a un niño de cuatro años, a mí me parece chino“. A Goytisolo España le parece algo más que chino cuando se declaró sin paliativos que es antiespañol y anticatalán, porque “… sólo pertenezco a la patria de Cervantes”, en una época donde nos toca vivir, dice, “falta de reflexión e ilusiones identitarias” (1).
Quizá fue Juan José Millás el que apuntó más alto con el drama de España en la actualidad, con visos de marca para mayor desgracia de todos, que no solo del dios de cada uno: “La palabra es la primera arma que muchas veces utilizan los políticos para el sometimiento, empezando por esa batalla que emprenden cada vez que pueden, pero de manera mucho más virulenta en los últimos tiempos, contra las humanidades».
Y Manuel Rivas sigue soñando que el lema de este Festival, Un lugar para abrir pasos, puede salvar a España de un encefalograma plano en la cultura oficial, algo que no ocurre en las minorías ruidosas que se buscan la vida llena de cultura fuera de circuitos oficiales, porque como al dios de Alberti no la encuentran -con este Gobierno maleducado- por ningún sitio. Quizá los pasos se puedan encontrar en estos días y grabarlos en el corazón, al leer el manifiesto firmado por Rivas:
UN LUGAR PARA ABRIR PASOS
En un tiempo de crisis e incertidumbre que tiende a corroer y vaciar el ecosistema cultural, el Festival Eñe es una apuesta por constituirse como un lugar para Abrir nuevos pasos.
Un lugar sentipensante, que transfiera a la sociedad nuevos latidos, nuevos caminos.
Un lugar de los porqués, del activismo de la libertad, de la duda y de la búsqueda.
Un lugar de reflexión, imaginación, memoria y descubrimiento.
Un lugar de la palabra en vilo,
de la crítica, de la ironía creativa.
Un lugar que convoca diversidades, de encuentros imprevistos, donde compartir identidades.
Un lugar de ebullición donde solo se cierra el paso al dogmatismo y a la indiferencia.
Un lugar de desobediencia y convulsión, para crear nuevos paisajes culturales y percibir diferentes armonías.
Un lugar donde brindaremos por mil años de risas.
Sevilla, 21/XI/2015
(1) Ruiz Mantilla, Jesús (2015, 20 e noviembre). Goytisolo abre el Festival Eñe. El País.com
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