Este palíndromo (1) ha recorrido siglos desde el todo fluye, nada permanece, de Heráclito de Éfeso. Es la circularidad vital como hilo conductor de las personas que solemos caminar volviendo solo la vista atrás para ver la senda que nunca se ha de volver a pisar, aunque descubramos con el tiempo que solo hay camino siguiendo las estelas de la mar. O cruzando ríos que van a dar a esa mar, por sitios que nunca van a ser los mismos cuando se vuelven a cruzar. Esta es la razón que justifica el mito del eterno retorno simbolizado en esta frase enigmática: mi fin es el principio y mi principio mi fin. Lo conocía por haber escuchado hace muchos años un rondó de Guillaume de Machaut (Ca. 1370), Ma fin est mon commencement, que todavía resuena en territorios lejanos.
La reflexión anterior surge al escuchar con respeto reverencial, de nuevo, a Glenn Gould, en la reinterpretación llevada a cabo en 1981 de sus Variaciones Goldberg, compuestas por Juan Sebastián Bach con una denominación distinta, Aria con treinta variaciones para dos manuales, desarrolladas en la primera mitad del siglo XVIII. Lo ha editado Prisanoticias Colecciones bajo licencia de Sony Music, para una colección que publica el diario El País durante cinco domingos, como homenaje a Glenn Gould e iniciada ayer con la entrega correspondiente a las Variaciones Goldberg.
Siempre me ha fascinado Glenn Gould y su forma iconoclasta de aproximarse a la música a través del piano, rompiendo patrones clásicos y acariciando el teclado de mil formas posibles, sentado sobre una silla imposible para los cánones al uso. Es curioso constatar que Glenn Gould ha sido una rara avis en el terreno de la interpretación pianística, desde su descubrimiento por la discográfica Columbia Records en 1955 y que materializaría solo unos meses después con la publicación de la interpretación magistral de las Variaciones Goldberg por un jovencísimo Gould, con tan solo 22 años.
Su fin fue su principio y su principio su fin, como se canta en el rondó de Machaut. Con cincuenta años, apenas unos días después de la publicación de esta segunda versión completa de las Variaciones, falleció de un infarto en Toronto (Canadá). Todavía hoy seguimos venerando su maestría. Es verdad, porque su fin tan prematuro era fiel reflejo de su comienzo existencial diario, que él vivía a duras penas en su soledad sonora ante los demás. De ahí su Trilogía de la soledad. Para comenzar a vivir en el alma de quien, todavía hoy, lo escucha con el respeto que merece.
Sevilla, 13/XI/2017
(1) Del gr. παλίνδρομος palíndromos ‘que recorre a la inversa’.
1. m. Palabra o frase cuyas letras están dispuestas de tal manera que resulta la misma leída de izquierda a derecha que de derecha a izquierda; p. ej., anilina; dábale arroz a la zorra el abad (DLG RAE, 23ª ed.).
NOTA: la imagen se ha recuperado hoy de http://drugstoremag.es/wp-content/uploads/2014/10/1958-04-don-hunstein-owned-by-sony-music_2.png
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