Sevilla, 31/III/2020
El confinamiento nos abre la ventana discreta para descubrir nuevas experiencias de tiempo compartido. Hoy, deseo incorporar a la banda sonora de esta realidad tan dura, una canción preciosa cantada por María Dolores Pradera, El tiempo que te quede libre, que puede ser de aplicación selectiva para aquellas personas a las que queremos y que a veces hemos plagado de ausencias múltiples en la vida compartida. Para devolverles, si es posible, la dedicación que merecen siempre durante todos los días y meses del año, durante toda la vida, conjugando todos los tiempos posibles del tiempo que nos queda libre para dedicarlo a él, ella, vosotros y… a ellos, a los que sabemos que más lo necesitan. Sabemos que muchas veces nos han pedido el tiempo al que se refiere la canción, a veces solo dos minutos o un minuto nada más.
Atender el fondo de la letra cantada por María Dolores Pradera con su voz, elegancia y forma de moverse en el escenario, inconfundibles, puede ayudarnos a programar mejor el tiempo libre del que disponemos en estos días, es verdad que de forma forzada, pero que se puede convertir en una oportunidad para mil reencuentros posibles, amables, hoy y siempre, con familiares directos, indirectos o circunstanciales, con los que convivimos; también con amigos, vecinos, dependientes de servicios y, por supuesto, con los que trabajan en puestos esenciales que, en su tiempo de trabajo, lo están dedicando de forma plena y ejemplar a nosotros a través de su servicio público garantizado por un estado de bienestar.
Les dejo con ella:
El tiempo que te quede libre
si te es posible, dedícalo a mí
a cambio de mi vida entera
o lo que me queda y que te ofrezco yo.
Atiende preferentemente
a toda esa gente que te pide amor;
pero el tiempo que te quede libre
si te es posible, dedícalo a mí.
El tiempo que te quede libre
si te es posible, dedícalo a mí.
No importa que sean dos minutos
o si es uno sólo, yo seré feliz;
con tal de que vivamos juntos
lo mejor de todo dedicado a mí.
Y luego cuando te reclamen
y otra vez te llamen volveré a decir:
que el tiempo que te quede libre
si te es posible, dedícalo a mí.
Que el tiempo que te quede libre
si te es posible, dedícalo a mí.
No importa que sean dos minutos
o si es uno sólo, yo seré feliz;
con tal de que vivamos juntos
lo mejor de todo dedicado a mí.
Y luego cuando te reclamen
y otra vez te llamen volveré a decir:
que el tiempo que te quede libre
si te es posible, dedícalo a mí.
Que el tiempo que te quede libre
si te es posible, dedícalo a mí.
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.