Necesitamos un pequeño grano de locura

GARCIA LORCA Y STEVE JOBS

Trasteando en placeres inútiles para muchos, como puede ser la lectura de maestros del pensar, escuchar, decir y escribir, he detectado una feliz coincidencia que deseo compartir en la hoja de hoy de este cuaderno digital. Me refiero a la utilización despectiva del adjetivo “loco” en locuciones diarias cuando escuchamos decir a nuestro alrededor que tal o cual persona “está loca” por lo que piensa, escucha, dice y escribe.

Lo he encontrado en Federico García Lorca, en unas palabras pronunciadas en un acto con estudiantes de la Universidad de Madrid, en 1934, presentando unos versos del poeta chileno Pablo Neruda, cuando les decía lo siguiente: “Yo os aconsejo oír con atención a este gran poeta y tratar de conmoveros con él cada uno a su manera. La poesía requiere una larga iniciación como cualquier deporte, pero hay en la verdadera poesía, un perfume, un acento, un rasgo luminoso que todas las criaturas pueden percibir. Y ojalá os sirva para nutrir ese grano de locura que todos llevamos dentro, que muchos matan para colocarse el odioso monóculo de la pedantería libresca y sin el cual es imprudente vivir”.

Con el paso de los años y trasteando literatura digital, encontré un día unas palabras de Steve Jobs que también ensalzaban el grano de locura que todos llevamos dentro. Ocurrió en un acto académico en el que Steve Jobs pronunció una conferencia, el 12 de junio de 2005, concretamente en la Ceremonia de Graduación —Commencement— de la Universidad de Stanford (1), con un mensaje sorprendente que lleva años dando vueltas en internet: «Seguid hambrientos, seguid alocados». Que las personas jóvenes de espíritu sigan este aserto es una forma noble de emular a personas como Jobs, que ha demostrado que se puede triunfar siendo diferentes, teniendo creencias firmes a pesar de los fracasos.

El hambre y la locura, recomendadas por García Lorca y Jobs, deben ser entendidas como la capacidad de alternar la crudeza de la vida diaria con el bienestar personal, mediante “lecturas especiales/ideales” de lo que está ocurriendo. Necesitamos contar con una base: creer en la naturaleza o en la sociedad, en las personas o en un dios (el que corresponda a nuestra forma de ser y estar en el mundo). Como García Lorca, que siempre creyó en el poder liberador de la poesía. Como Jobs, que siempre creyó en el mundo digital, en Apple.

Estoy convencido que es imprudente vivir sin ese grano de locura que comentaba García Lorca y que luego validó un loco más de este mundo injusto e inútil para muchos, Steve Jobs. Para mí, es avanzar en el descubrimiento de la utilidad de lo que muchos llaman inútil, utópico o irreal de la vida que nos ha tocado vivir apasionadamente y para compartirlo con los demás hambrientos y alocados de este mundo, que muchos dicen que vivimos de forma imprudente. Lo que pasa es que los “cuerdos” oficiales no nos entienden.

Sevilla, 20/XI/2017

(1) https://youtu.be/MHFIeDXgyBw

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