Palabras para Javier Marías

Nada [es] tan tentador como entregarse a otro, aunque solo sea con la imaginación, y hacer nuestros sus problemas y sumergirnos en su existencia, que al no ser nuestra ya es más leve por eso.

Javier Marías, en Los enamoramientos, 2010

Sevilla, 12/IX/2022

Ayer falleció en su querido y nunca bien ponderado Madrid, el escritor Javier Marías, a quien seguí de cerca en sus libros y artículos del diario El País durante muchos años. En enero de 2017 escribí un artículo en este cuaderno digital, dedicado a él, Palabras de Javier Marías, en el que quise resaltar unas palabras suyas que encierran en sí mismas casi toda su obra. Vuelvo a publicarlo hoy porque deseo que sean sus palabras las que nos ayuden a asimilar su ausencia, fundamentalmente porque su arte de escribir se queda con nosotros. Mi agradecimiento es hoy expreso, porque fue un maestro de la literatura que entrega siempre a la humanidad algo especial y transforma el mundo de secreto, quizás también el de todos, de quienes amamos la lectura y aprendemos a vivir con ella, cuidándola amorosamente a lo largo de nuestra vida.

Palabras de Javier Marías

Mientras que ordenaba libros de lectura pendiente, he encontrado en mi biblioteca unas tarjetas postales en blanco y negro con frases entresacadas de libros de Javier Marías e imágenes sugerentes de sus portadas, llevándome a una lectura que deseo compartir con las personas que suelen abrir conmigo este cuaderno de inteligencia digital. Son islas desconocidas que tienen sentido cuando se descubren también por las personas que llegan a ellas de vez en cuando. Espero que estas tarjetas postales, con su palabra y tiempo dentro, nos faciliten durante el fin de semana encontrar algún sentido a la vida. Nada más.

1. “Nada tan tentador como entregarse a otro, aunque solo sea con la imaginación, y hacer nuestros sus problemas y sumergirnos en su existencia, que al no ser nuestra ya es más leve por eso”. En Los enamoramientos (2010).

2. “Qué desgracia saber tu nombre, aunque ya no conozca tu rostro mañana, los nombres no cambian y se quedan fijos en la memoria cuando se quedan, sin que nada ni nadie pueda arrancarlos”. En Mañana en la batalla piensa en mí (1994).

3. “Como si anunciara derretirse a la menor presión, al menor contacto, como si hasta una caricia o un beso suave se fueran a tornar violencia y ultraje”. En Mientras ellas duermen (1990).

4. “Todo en ella era expansivo, excesivo, un ser nervioso, uno de esos seres para los que no está hecho el tiempo, para los que la propia noción de tiempo y de paso es un agravio, necesitados como están de fragmentos de eternidad para cualquier cosa”. En Todas las almas (1989).

5. “Parece como si nuestro tiempo, en el que nada carece de su correspondiente imagen, se sintiera incómodo ante aquello cuya responsabilidad no puede atribuirse a un rostro”. Vidas escritas (1992).

6. “Y así en el territorio que no es verdad todo sigue pasando y pasando siempre y allí la luz no se apaga ahora, ni se apaga luego, ni quizá nunca se apague”. En Negra espalda del tiempo (1998).

7. “La lealtad ha sido por el oro ahuyentada; por oro la justicia se vende, al oro sigue la ley, y luego va la moral no escrita. Pero nada cambia”. En El siglo (1983).

8. “Pero mientras palpite la sangre en mi mano que escribe, tú y yo seremos parte de la bendita materia y aún podré hablarte”. En Faulkner y Nobokov: dos maestros (1997, 1999).

9. “Todo lo desinteresado y lo inútil, todo lo que no permite otra cosa que pasearlo y mirarlo, se mantiene vivo, a veces salvándose por milímetro de la ruina”. En Pasiones pasadas (1999).

10. “Eso es lo que fue de ella, a quien aún podía sucederle todo y le sucedió la nada en su tiempo. O quizá la espera sin esperanza”. En Donde todo ha sucedido (2005).

Espero también que consideren la decisión de llevarse alguno de estos libros a una isla desierta, aún por descubrir, si eso ocurriera alguna vez en sus vidas. Les aseguro que no es un juego de estrategia, sino mero amor a la lectura, que es bella, porque “Nada [es] tan tentador como entregarse a otro, aunque solo sea con la imaginación, y hacer nuestros sus problemas y sumergirnos en su existencia, que al no ser nuestra ya es más leve por eso”.

Hasta aquí sus palabras, que aún nos quedan.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

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