Sevilla, 18/III/2020, Día Cuarto
En un cuadro precioso de Vermeer, La lección de música, descubrí hace ya muchos años una frase que acompaña siempre a mi persona de secreto. En él se contempla un virginal que toca una joven, en el que figura una inscripción en su tapa, Musica laetitiae comes, medicina dolorum (La música es compañera en la alegría y medicina para el dolor). Efectivamente, la música está cerca de la alegría, pero en la dialéctica de la vida siempre está también cerca del dolor, de la tristeza. Así lo siguen reflejando hoy día en este tipo de instrumentos barrocos los artesanos holandeses que fabrican los diferentes modelos de cuerda pulsada con una púa de pluma de ganso, de cuervo o cóndor (llamada plectro), según el patrón artístico reflejado por Vermeer.
Inscripción en la tapa de mi clave
Esta quincena especial que estamos viviendo casi cincuenta millones de personas en este país, tenemos una oportunidad única de descubrir este mensaje del cuadro de Vermeer, porque la música es medicina para sobrellevar el confinamiento obligado para protegernos del virus, con idéntica calidad a los momentos de alegría porque también es compañera fiel. Lo he manifestado en varias ocasiones en este cuaderno digital: admiro el simbolismo de la música. En mi caso, descubro cada día un mundo nuevo al aproximarme al teclado o al arco y mástil del violín, para conocer mejor su alma. También, al abrir mi clave. Es una experiencia única que me regala la vida y en la que estoy inmerso por los sentimientos y emociones que me ofrece. Sobre todo, he descubierto la riqueza sonora del clave (virginal), el instrumento tan querido por Bach y Mozart en sus años de éxito sonoro, asimilando a diario la frase pintada por Vermeer y que ha perdurado a través de los siglos: la música es compañera en la alegría y medicina para el dolor.
Hoy propongo, al comenzar el cuarto día de confinamiento, un ejercicio de escucha atenta en la clave que exponía Shakespeare en El mercader de Venecia: “El hombre que no tiene música en sí mismo y no se mueve por la concordia de dulces sonidos está inclinado a traiciones, estratagemas y robos; las emociones de su espíritu son oscuras como la noche, y sus afectos, tan sombríos como el Érebo: no hay que fiarse de tal hombre. ¡Atiende a la música!”. En tal sentido, he escogido una obra maravillosa de Johann Sebastian Bach, Los conciertos de Brandenburgo, seis obras interpretadas por la Orquesta Bach, que creó y dirigió durante muchos años Karl Richter hasta su fallecimiento cuando solo tenía 54 años.
Una hora, treinta y ocho minutos, cincuenta y dos segundos, te sumergen en una experiencia musical inolvidable. Los conciertos, que se pueden visualizar y sentir en el vídeo que encabeza estas palabras, fueron grabados del 1 al 10 de abril de 1970 en el Castillo Nuevo de Schleissheim (Munich), bajo la dirección de Karl Richter, probablemente uno de los mejores intérpretes de Bach que han existido. Destaco un momento mágico de Richter, entre otros muchos (más bien diría que a lo largo de todos los conciertos), dirigiendo a la orquesta Bach en posiciones casi imposibles, al simultanear la dirección con la interpretación al clave, moviendo las manos en giros indicadores de melodías preciosas interpretadas por Richter y su orquesta como solo ellos sabían hacer. Me refiero, por ejemplo, al primer movimiento del Concierto número 5, Allegro, donde se puede observar la maestría de Richter en el clave, porque es maravilloso contemplar cómo vuelan sus dedos de forma armónica sobre el doble teclado negro y blanco. Pasen, vean y escuchen. Comprenderemos por qué la música es medicina para el confinamiento.
Concierto de Brandenburgo N.º 1 en Fa mayor BWV 1046
Guía práctica
[00:28~] 1º. Allegro
[04:23~] 2º. Andante (en re menor)
[08:12~] 3º. Allegro
[12:53~] 4º. Menuetto; Trío I (2 oboes y fagot); Menuetto Polacca (violines y violas); Menuetto Trío II (2 cornos y 3 oboes); Menuetto.
Concierto de Brandenburgo N.º 2 en Fa mayor BWV 1047
[20:50~] 1º. Allegro
[26:00~] 2º. Andante (en re menor)
[29:44~] 3º. Allegro assai
Concierto de Brandenburgo N.º 3 en Sol mayor BWV 1048
[32:35~] 1º. Allegro
[38:38~] 2º. Adagio
[39:41~] 3º. Allegro
Concierto de Brandenburgo N.º 4 en Sol mayor BWV 1049
[45:06~] 1º. Allegro
[52:44~] 2º. Andante (en mi menor)
[56:44~] 3º. Presto
Concierto de Brandenburgo N.º 5 en Re mayor BWV 1050
[1:01:48~] 1º. Allegro
[1:11:44~] 2º. Affettuoso (en si menor)
[1:16:38~] 3º. Allegro
Concierto de Brandeburgo N.º 6 en Si♭ mayor BWV 1051
[1:22:00~] 1º. Moderato
[1:28:22~] 2º. Adagio ma non tanto (en Mi♭ mayor)
[1:33:07~] 3º. Allegro
CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.
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