No vamos todos en el mismo barco

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1. A veces, falta mar para recoger a todos los que se tiran del barco…
2. A veces, falta barco para recoger a todos los que se tiran a ese mar…

Aforismos

Sevilla, 31/X/2020

Estamos navegando en estos momentos en mares procelosos de coronavirus. Hace cuatro años escribí un artículo en este cuaderno digital, En el mismo barco, que recupero hoy íntegramente, porque era un momento crucial debido al triunfo de Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos. Cuatro años después vivimos de nuevo las elecciones en América, no inocentes para el mundo, de la que dependerá la suerte de muchos millones de personas y Estados. Al mismo tiempo, sabemos que la pandemia está haciendo estragos a diario y el símil que me parece más acertado es el de la singladura mundial hacia alguna parte a pesar del desconcierto en el que estamos instalados. Es el momento de ejercer la responsabilidad de los que capitanean este «rumbo de derrota» (en lenguaje marino) y, sobre todo, cuando estamos ya en alta mar. La tentación de los que gobiernan está servida: saltar o no del barco imaginario para salvarse ellos o permanecer en él para salvarnos todos. No es lo mismo que falte mar o que falte barco.

Lo que sí sé es que todos no van ni vamos en el mismo barco. En esta dura travesía de la pandemia, se hace más evidente que nunca una realidad que se constata a través de las noticias y de las redes sociales: no vamos todos en el mismo barco, ni remamos en la misma dirección, ni decimos lo mismo, pero es muy importante identificar a cada uno donde está para no equivocarnos al elegir compañeros en este largo viaje. Al buen entendedor con pocas palabras basta y me refiero a todos los partidos políticos que en la actualidad nos representan en el Congreso de los Diputados y en el Senado, por la transcendental responsabilidad pública que tienen en estos momentos en relación con el interés general y porque no todos son ni somos iguales. También lo aplico a determinados familiares, amigos y conocidos que podrían enrolarse en este difícil y largo viaje casi sin darnos cuenta. Aviso para navegantes, sin lugar a dudas.

Todos no vamos en el mismo barco de la indignidad, del desencanto, de los silencios cómplices, del conformismo feroz, del capitalismo salvaje, de la desafección social, de la desorientación mundial controlada por poderes fácticos en la sombra. Eso no es así ni lo admito con carácter general, porque todos no somos iguales: unos van en magníficos yates y otros, la mayoría, en pateras. Es probable que a estas pateras éticas y llenas de dignidad y esperanza, que tienen suelo firme pero no quilla, como la cascara de una nuez, no suban nunca quienes no están interesados en que el mundo mejore, porque los poderes fácticos que dirigen y protegen la maquinaria de la guerra en cualquier lugar del mundo, el terrorismo de cualquier cuño, así como a los tristemente famosos hombres vestidos de negro, deciden desde hace ya mucho tiempo el funcionamiento y los altibajos del ecosistema económico, financiero y ético mundial, desde un rascacielos en Manhattan, a través de portátiles y teléfonos inteligentes. Ellos viajan en barcos privados, en cruceros del mal, que no surcan nunca estos mares de patera, para ellos procelosos porque las personas que van en ellas no merecen salvamento alguno.

En el mismo barco

El pasado 18 de noviembre se estrenó en cines el documental In the same boat (En el mismo barco), que resume en su título una idea muy brillante del sociólogo Zygmunt Bauman: “ya estamos todos en el mismo barco, pero lo que nos falta son los remos y los motores que puedan llevar este barco en la dirección correcta”. Se refiere al ecosistema social de escala mundial en el que navegamos en estos momentos casi hacia ninguna parte, con un desconcierto mayúsculo y con decisiones de corte democrático, como las elecciones últimas en Estados Unidos, donde tiembla el mundo al conocerse los resultados.

No he visto todavía la película y es difícil emitir juicios bien informados sobre su hilo conductor, pero me resulta muy atractiva la información que dispongo sobre ella hasta este momento, aunque hay incursiones en el análisis de las aportaciones revolucionarias de la tecnología del último siglo y éste que parecen inquietantes. En tiempo de crisis siempre se ha dicho que no es conveniente hacer mudanzas, pero no estoy de acuerdo con este aserto ignaciano en situaciones tan dramáticas como las que se están experimentando a nivel mundial, con un impacto importante en este país, aunque se quiera ocultar casi a diario. Estamos viviendo en un mundo con una clamorosa ausencia de valores y, sobre todo, de ética, tal y como lo aprendí de un maestro en el pleno sentido de la palabra, el profesor López Aranguren, cuando la definía como el «suelo firme de la existencia o la razón que justifica todos los actos humanos», que tantas veces he abordado en este blog.

Estas razones nos obligan a dejar los supuestos puertos seguros y comenzar a navegar para intentar descubrir islas desconocidas que nos permitan nuevas formas de ser y estar en el mundo, que he vislumbrado como hilo conductor del documental que trato hoy de forma especial. Lo contrario es obvio y se ve venir porque navegamos en mares procelosos de corrupción y desencanto, en los que cunde el mal ejemplo de abandonar el barco metafórico de la dignidad, con la tentación de que el mundo se pare para bajarnos o arrojarnos directamente al otro mar de la presunta tranquilidad y seguridad existencial. Se constata a veces, en esa situación, que falta ya mar para acoger a todos los que se tiran a él. Lo expresaba en 2012 en este blog, en un post dedicado a los aforismos, porque en ese momento apreciaba que eran numerosas las deserciones en el barco político de aquella legislatura, siendo testigo directo del abandono apresurado de los que tenían la obligación de mantenerse en el puente de mando de la responsabilidad política que se le había encomendado, arrojándose a un mar repleto de desertores de la dignidad.

Lo que verdaderamente me enerva es contemplar cómo se suelen liquidar estas situaciones tan transcendentales con la consabida frase de que “todos vamos en el mismo barco” y eso no es así ni lo admito con carácter general, porque todos no somos iguales: un os van en magníficos yates y otros, la mayoría, en pateras. Por esta situación de fondo y forma estoy interesado en ver este documental, para lograr identificar quien está enrolado en el barco que citan y explican, quizá con la debilidad personal que siento por escuchar las palabras del expresidente José Mujica, a quien tanto admiro.

Es probable que a este barco ético y esperanzador no suban nunca quienes no están interesados en que el mundo mejore, porque los poderes fácticos que dirigen y protegen la maquinaria de la guerra en cualquier lugar del mundo, el terrorismo de cualquier cuño, así como los vestidos de negro, deciden desde hace ya mucho tiempo el funcionamiento y los altibajos del ecosistema económico y financiero mundial, desde una torre en Manhattan, a través de portátiles y teléfonos inteligentes. Ellos viajan en barcos privados, en cruceros del mal, que no surcan nunca estos mares, para ellos procelosos. Lo que detesto también es el abandono de la lucha en situaciones difíciles, como las que estamos atravesando ahora, en las que aquellos que estaban a veces con los que deseamos estos cambios urgentes en las políticas mundiales, europeas y nacionales, se arrojan a un mar en el que cada vez hay menos sitio, porque dicen que esto no tiene remedio. Lo paradójico es que cuando se avance en la búsqueda de soluciones surcando mares diferentes que posibiliten otro mundo mejor, falte ya sitio o barco, según se mire, para recoger a los que en tiempos revueltos se tiraron al mar porque nunca quisieron buscar otras alternativas a este mundo que no nos gusta.

Una muestra de lo que expongo anteriormente, lo he encontrado en los párrafos finales del artículo publicado en El Diario.es al respecto (1): “La intervención de los expertos en el documental se completa con testimonios de gente en mitad de las calles de Rusia, España, Nigeria o Argentina, que teorizan sobre cómo sería el mundo sin trabajar, o trabajando menos. «Seríamos gordos», dicen en el continente africano. «Con dos días de fiesta a la semana, yo estaría contenta», apunta una ciudadana rusa. «Yo estoy ahora mismo en el paro y si te soy sincero, estoy como Dios», sentencia un español”. Sin comentarios.

Estas razones expuestas anteriormente son las que me animan a ver este documental y escuchar atentamente a personas tan interesantes como Zygmunt Bauman, Jose Mujica, Erik Brynjolfsson, Serge Latouche, Mauro Gallegati y Tony Atkinson, que intervienen en él con aportaciones extraordinarias y cargadas de sentido, con la apreciación de que, queramos o no, estamos todos ya en el mismo barco de la dignidad humana, «La Isla Desconocida» de Saramago quizás, en un viaje esencial para vislumbrar el destino universal que pasa por salir alguna vez de nosotros mismos.

Sevilla, 25/XI/2016

(1) Sarabia, David (2016, 11 de noviembre). “In the same boat”: remar para evitar el abismo del sistema actual. eldiario.es.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.

Lo que aprendí de Miguel Hernández y no olvido

Sevilla, 30/X/2020

Hoy se cumple el 110º aniversario del nacimiento del poeta social Miguel Hernández en Orihuela (Alicante). Estoy comprometido en ofrecer en este cuaderno digital, pequeños testimonios de desagravio por el comportamiento que recibe todavía hoy de políticos y personas de este país, que maltratan su memoria histórica sin com-pasión (así, con guion) alguna.

Aprendí hace ya muchos años que cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser joven y, en este momento, una persona mayor, supe que había que dejar las cosas de niño, porque ya no es lo mismo, aunque he constatado con el paso inexorable del tiempo que sí permanece lo que me deslumbró en otras etapas de mi vida hasta llegar a hoy. En el caso de Miguel Hernández, mi descubrimiento de su poesía social fue un revulsivo para mi vida joven y, sobre todo, su extraordinaria comprensión de la amistad. Así lo viví y así lo comparto.

Siendo muy joven y dirigiendo un Taller en Tarifa (Cádiz), en unos locales de un Grupo Escolar, todavía en época de la dictadura y de la España profunda, con el corazón helado en una de las dos realidades de nación, me dejaron una casa de maestros para pasar allí varias noches del encuentro. En las estanterías de aquél profesor anónimo, encontré varios libros de Miguel Hernández y me detuve concretamente en la maravillosa Elegía a Ramón Sijé, que vuelvo a leer hoy con emoción y sentimiento como en centenares de ocasiones anteriores, para intentar agradecer con palabras lo que aprendí de Miguel Hernández sobre el auténtico valor de la amistad en aquél día de un verano ya lejano, que se mantiene en mi persona de secreto como un rayo que no cesa.

ELEGIA A RAMÓN SIJÉ

En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería.


Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracoles
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo
.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas…
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

(10 de enero de 1936)

Son 16 versos impecables. Para mí, el mejor manual de la amistad, aquella que es como la cuerda de tres hilos que jamás se puede romper y que aprendí a concebirla como tal cuando era casi como un niño, hablaba como niño, pensaba como niño y razonaba como niño. Ahora, en plena edad de júbilo, recuerdo algo que está muy vinculado con la amistad: el tiempo. Con esa distancia que te impone la vida, soy consciente de que aprendí también de un autor muy sabio, Qohélet, que debo repasar a menudo la lista de las 27 oportunidades para aprovechar el tiempo en vida, que describía él: nacer, morir, plantar, arrancar lo plantado, sanar, destruir, edificar, llorar, reír, lamentarse, danzar, lanzar piedras, recogerlas, abrazarse, separarse, buscar, perder, guardar, tirar, rasgar, coser, callar, hablar, amar, odiar, guerra y paz. No conforme con esta descripción, sigue explicando el valor del tiempo, a través de tres preguntas inquietantes que no dejan indiferente a nadie: ¿qué gana el que trabaja con fatiga, si se demuestra antes o después que todo es vanidad de vanidades, solo vanidad, algo así como intentar atrapar el viento?, ¿qué diferencia hay entre el hombre y el animal si ambos vuelven siempre al polvo? Y, por último, ¿quién guiará al hombre a contemplar lo que hay después de él?

No hay muchas respuestas, mejor dicho, ninguna en esa exposición de motivos hasta llegar a donde quiere llegar, el auténtico valor de la amistad, la que admirablemente canta Miguel Hernández en su elegía. El Hombre de Asamblea (Qohélet), tras su maravillosa descripción de los 27 tiempos y una vanidad imposible, más las tres preguntas a las que no da respuesta, nos orienta en tiempos difíciles después de su tremendo aviso para navegantes: lo mejor que te puede pasar en este tiempo de pandemia es que tengas un amigo, ya que, si te caes, siempre estará ahí para levantarte, porque la experiencia de siglos dice que la amistad es como la cuerda de tres hilos que jamás se puede romper. Él sí sabía qué hacer con el tiempo de coronavirus que a cada uno, cada una, nos toca vivir, caminando juntos, casi siempre atrapando vientos. O leyendo de nuevo a Miguel Hernández, por ejemplo su Elegía a Ramón Sijé, como la mejor felicitación en su cumpledías que suman hoy ciento diez años y, sobre todo, para reconfortarnos en estos tiempos tan modernos y difíciles.

Cuando vuelva hoy de mi corazón a mis asuntos, sólo me quedará pendiente darte las gracias por lo que hace ya muchos años aprendí de ti, Miguel Hernández, compañero del alma, compañero. Ciento diez veces, gracias, sólo eso.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.

Vivir es retornar a cada octubre

Leopoldo de Luis, retrato de Irene Iribarren (2004) y portada de «Versos en la guerra», una obra conjunta con Miguel Hernández y Gabriel Baldrich, publicada en 1938 (fotocomposición propia).

El otoño que arde con su lumbre de gloria
presta a las cosas luz misteriosa y dorada;
toda la tierra tiene una triste hermosura
como una dulce evocación de infancia.

Leopoldo de Luis, de Elegía en otoño, 1952, en Obra poética (1946-2003)

Sevilla, 29/X/2020

Finaliza este mes romano, otubre (válido para RAE) o el octavo mes, en una situación compleja para el mundo y para nuestro país, sumidos en una pandemia galopante que requiere templar los ánimos para sobrellevarla de la forma más digna posible. Suelo buscar refugio en la poesía, porque me gusta interpretar la belleza oculta de la vida a través de las palabras mágicas de las personas capaces de hacer de un conjunto de palabras un verso libre como el viento.

En esta ocasión acudo a la obra bastante desconocida de un poeta cordobés y de alma republicana, Leopoldo de Luis (Leopoldo Urrutia, su verdadero nombre; Córdoba, 1918 – Madrid, 2005), coautor junto a Miguel Hernández y Gabriel Baldrich de un libro de poesía social, Versos en la guerra (1938), que escribió un poema precioso, Poema para octubre, que reproduzco a continuación, con la idea de que sirva para quien lo quiera interpretar en su vida, quedándose con su mensaje de reencuentro en todo lo lejano, por ejemplo, siendo conscientes de que vivir es ser corteza de este roble / que en hielo y sol el tiempo va quemando. Quizá nos sirva en tiempos de coronavirus, en esta canción triste de otoño, para comprender mejor el mensaje implícito de este mes de octubre que se va, el octavo de la pandemia en este país, como su propio nombre indica, otubre [sic], deseando que llegue la próxima primavera y el nuevo octubre para sentir nuestro corazón dorado: El mar de la memoria / se enciende, se ilumina, y a su amparo / el corazón revive, / remoza primaveras, sollozando.

Poema para Octubre

La tarde es una rosa vagamente
en la rama desnuda del ocaso.
Una rosa ceniza, como un frío
beso crecido en unos muertos labios.

Leve sombra desliza
su palidez de hielo entre mis manos.
Las pupilas alargan sus miradas
como cautivos pájaros.

Octubre otra vez fruto
de este paisaje, este árbol
donde día tras día oscuramente
mi pobre corazón se va quedando.

Vivir es reencontrarse
en todo lo lejano,
ser otra vez aliento en el paisaje
que fue otra vez soñado.

Vivir es ser corteza de este roble
que en hielo y sol el tiempo va quemando.

El mar de la memoria
se enciende, se ilumina, y a su amparo
el corazón revive,
remoza primaveras, sollozando.
La tarde es una rosa vagamente
en la rama desnuda del ocaso.

A la piadosa luz de octubre vuelvo
y entre la tibia cuenca de mis manos

como un niño dormido
mi corazón levanto.

Vivir es retornar a cada Octubre
para sentirse el corazón dorado.

La tarde es una rosa vagamente
ceniza.
Octubre es fruto
otra vez en el árbol.

NOTA: la imagen de Leopoldo de Luis que figura en la cabecera de este post, un retrato del poeta realizado por la pintora Irene Iribarren en 2004, ha sido recuperada hoy del excelente trabajo sobre de Luis, publicado en el blog: https://ignaciotrillo.wordpress.com/2019/01/10/36683/

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.

Es verdad que el alma de Miguel Hernández aún tiene la vida

Josefina Manresa y Miguel Hernández, 1937

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Sevilla, 28/X/2020

El próximo 30 de octubre se cumplen 110 años del nacimiento de Miguel Hernández en Orihuela (Alicante). Con motivo de esta efeméride y como pequeño acto de desagravio por haberse silenciado sus versos de El herido, de acuerdo con la decisión tomada por parte del Consistorio actual, en el Memorial que el Ayuntamiento, durante el mandato de Manuela Carmena, había acordado grabar en tres placas de granito, publico de nuevo el post que dediqué en el mes de febrero pasado a Miguel Hernández, Es verdad que El herido, de Miguel Hernández, aún tiene la vida, cuando se conoció lo ocurrido. A pesar de ello, las tres placas siguen vivas en nuestro corazón y en nuestras almas, porque siempre las recordaremos como el mejor homenaje a lo que nos enseñó a través de las heridas de sus versos y las de su propia existencia: la de la vida, la de la muerte y la del amor.

Es verdad que El herido, de Miguel Hernández, aún tiene la vida

«Para la libertad», interpretada por Joan Manuel Serrat y con una coreografía que utiliza el lenguaje de signos

Sevilla, 22/II/2020

Este poema de Miguel Hernández, El herido (II), publicado en «El hombre acecha» 1937-1939, sigue presente en mi alma de todos y en la de secreto, como si fuese ayer el primer día que conocí estas palabras en una España que tenía helado el corazón de personas que buscaban la libertad perdida en una dictadura implacable. Esta es la razón de por qué escribo hoy sobre los últimos acontecimientos ocurridos en Madrid en relación con este poema que debía haber figurado en el Memorial de la Guerra Civil, que se paralizó a la llegada del nuevo Consistorio y que tuvo su primer reflejo de demolición y derribo en noviembre pasado cuando se comenzaron a retirar las placas con los nombres de los fusilados por el dictador Franco en los años 1939 y 1944. Este Memorial se había aprobado construir en el Cementerio de La Almudena en Madrid, durante el mandato de la alcaldesa Manuela Carmena. Como Miguel Hernández amaba la verdad y por ella entregó la vida, creo que la mejor forma de hacerle un homenaje de desagravio es abordar lo ocurrido desde la Verdad con mayúsculas.

Es verdad que el Ayuntamiento aprobó constituir un Comisionado de Memoria Histórica con objeto de que presentara un documento final, informativo pero no vinculante, sobre el tratamiento que se debía dar en el Consistorio a las víctimas de la Guerra Civil, presidido por Francisca Sauquillo, más allá de toda sospecha de partidismo, persona de sensatez extrema acreditada a lo largo de su vida personal y profesional, a la que profeso admiración y respeto.

Es verdad que en el informe de 2018 se proponía por parte del Comisionado la construcción de un Memorial sin nombres y en el que solo figurara un código QR que llevaría al listado de asesinados. Los siete expertos del Comisionado propusieron homenajear por separado tanto a las víctimas del Madrid republicano en la Guerra Civil (1936-1939) como a las del Madrid franquista en la posguerra (1939-1944), siendo las de este último periodo las únicas que figuraban, finalmente, en el proyecto paralizado y desmontado en la actualidad.

Es verdad que el poema de Miguel Hernández, El herido, iba a figurar en el citado memorial, en tres placas que lo recogían íntegro, pero también es verdad que no llegaron a colocarse las citadas placas porque se contemplaba esta acción al finalizar la obra inicial, parada a la llegada del nuevo consistorio.

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Es verdad que el Comisionado se disolvió con bastante desencanto por parte de todos sus integrantes porque lo recomendado no surtió efecto alguno. El proyecto había cobrado cuerpo administrativo en el Ayuntamiento antes de que se presentaran las conclusiones.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Es verdad que el auténtico motivo de fricción actual es la decisión tomada por el Ayuntamiento actual, porque separándose también de la propuesta del Comisionado ha decidido colocar una sola placa, sin nombre alguno y con una frase lapidaria: “El pueblo de Madrid a todos los madrileños que del 36 al 44 sufrieron la violencia por razones políticas, ideológicas y religiosas. Paz, piedad y perdón», dando idéntico tratamiento histórico a los dos bandos en liza. Hecho que no se comprende a pesar de los esfuerzos de reconciliación con los que se debe tratar este asunto tan delicado, porque la verdad es que no es lo mismo.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Es verdad que la presidenta del Comisionado, Francisca Sauquillo ha manifestado al respecto: “Lo que quiere hacer ahora el Ayuntamiento es bonito como monumento por la reconciliación y la paz, pero no tiene nada que ver con el cometido que nosotros hicimos, que era velar por el cumplimiento de la ley de memoria histórica. El monumento que ahora quieren hacer es un gasto absurdo”.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Es verdad que la decisión de poner los nombres fue una decisión tomada en el pleno de Consistorio: Mauricio Valiente, integrante del Gobierno del Ayuntamiento con Manuela Carmena, explica por qué el Consistorio adoptó una decisión diferente a la que había recomendado el comisionado: “Incluir los nombres de los fusilados en la posguerra por el franquismo fue una decisión del equipo de gobierno, y del pleno, posterior a oír la opinión del comisionado», explica. «El comisionado era un órgano asesor, no decisorio».

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

Es verdad que la verdad hay que buscarla en común y guardarse cada uno la suya para intentar comprender qué significa la memoria histórica de lo ocurrido en la guerra civil de infeliz recuerdo. Lo verdaderamente lamentable es tirar por tierra decisiones soberanas y de dinero público en una inversión tan reciente que se ha podido completar y mejorar con lo recomendado por el Comisionado, aunque fuera parcialmente y abrocharlo con el poema precioso de Miguel Hernández.

Es verdad que así se hubiera comprendido mejor lo que también nos legó en palabras preciosas el propio Miguel Hernández, porque los familiares de los que ahora se ven en placas desmontadas y apiladas sin sentido en el suelo, después de haber sido colocadas en el Memorial, con respeto a lo sucedido realmente en páginas muy delicadas de la historia de este controvertido país, siguen con tres heridas abiertas, la del amor, la de la muerte y la de la vida.

Es verdad, por último, que la mejor forma de grabar las palabras de su poema completo, mejor que en granito debe ser en la mente y en el corazón de los que siempre han respetado lo sucedido en la guerra civil y defienden a diario la reconciliación y transición después de la muerte del dictador, leyendo pausadamente e intentando comprender el mensaje de las palabras escritas con el corazón por Miguel Hernández, porque sufro en muchos momentos de desconcierto político las heridas del amor, de la muerte y de la vida en mi cancionero de ausencias de ideologías y compromiso activo para luchar por un mundo mejor y lejos de las mentiras y medias verdades en las que nos tenemos que desenvolver a diario.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN José Antonio Cobeña Fernández no trabaja para ninguna empresa u organización religiosa, política, gubernamental o no gubernamental, que pueda beneficiarse de este artículo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de jubilado.

Bach, al revés (como a veces el mundo)

Dan Tepfer

Sevilla, 27/X/2020

La verdad es que a veces tengo la sensación de vivir en un mundo al revés. Eduardo Galeano ya nos lo mostró de forma directa y sin paños calientes en una obra que, como tantas otras, han pasado bastante desapercibidas en nuestro país. Nos invitó hace ya veintidós años a entrar en la escuela de ese mundo tan opresivo para personas que buscan otra forma de ser y estar en el mundo de todos y lo sintetizó en unas palabras, Si Alicia volviera,  que no olvido: “Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana. Al fin del milenio, el mundo al revés está a la vista: es el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies (1).

Dentro de esta experiencia del mundo al revés, de tan difícil comprensión, he navegado para buscar alguna explicación amable sobre lo que está ocurriendo, y estando en esta singladura he conocido una experiencia asombrosa de un joven pianista americano nacido en París, Dan Tepfer (2), que deseo compartir en este cuaderno digital porque creo que es una isla desconocida a la que deberíamos viajar en estos tiempos difíciles. Se trata de un proyecto que está llevando a cabo en la actualidad, #BachUpsideDown (Bach, al revés), concretamente en sus Variaciones Goldberg, que comenzó el 18 de marzo pasado, cuando se expandía el coronavirus de forma exponencial por la ciudad de Nueva York, donde residía al comienzo de la pandemia, decidiendo grabar un vídeo completo, #BachUpsideDown (Bach, al revés), de las Variaciones Goldberg, entendiendo que -según sus propias palabras- lo sentía “como una meta alcanzable que podría mantenerme cuerdo”. De forma sintética, afirma que Bach es “un maestro del contrapunto y su música suena tan bien al revés como lo hace del lado izquierdo hacia adelante. Así que escribí un programa informático que graba lo que toco, y luego lo reproduce al revés. Lo sorprendente de este enfoque es que la música se siente completamente nueva, como una nueva obra, muy diferente de la original. Es como mirar a Bach a través de un prisma y me lleva a enamorarme de su música de nuevo” (3).

Tengo que reconocer en esta aproximación amable al mundo al revés, que ya conocía e incluso había tocado una obra de Johann Sebastian Bach, el primer canon de la Ofrenda musical, BWV 1079 de Bach, conocido como el «canon cangrejo», que apuntaba maneras sobre la composición tipo palíndromo, es decir, que se puede tocar igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda, es decir al revés, pudiéndose tocar con las dos manos de esta forma y al mismo tiempo. También es cierto que el artista gráfico Jos Leys nos ha mostrado cómo esta obra de Bach es básicamente la versión musical de una cinta de Möbius.

Siguiendo con la obra de Bach al revés, Dan Tepfer explica que el secreto de esta inversión está en la técnica del contrapunto de la que Bach era un maestro: “El contrapunto tiene que ver con las relaciones de intervalo. Realmente, es el resultado del estudio de qué intervalos suenan bien, cuáles son problemáticos, y cómo moverse entre ellos. La clave de la inversión —inversión cromática en lugar de inversión diatónica— es que conserva exactamente las relaciones de intervalo: un tercio mayor siempre invierte a un tercio mayor, un sexto menor a un sexto menor, y así sucesivamente. Por lo tanto, los elementos clave que hacen que el contrapunto funcione (los intervalos entre notas) son los mismos en la inversión que en el original. La única diferencia es la dirección en la que se mueven las notas, y el orden de las notas, es decir, que está en la parte inferior y que está en la parte superior”.

 Comprendo que no es fácil asimilar bien esta lectura musical, pero como una imagen, junto a su sonido original, vale más que mil palabras, he elegido una muestra de esta experiencia en la que visualmente y escuchando atentamente al autor de la inversión, se puede comprender bien la maravillosa composición de Bach y su profunda armonía y melodías entrelazadas.

Según su propia explicación de la inversión , “El Aria establece el marco para las 30 variaciones que siguen. En particular, cada variación sigue la misma estructura armónica que el Aria, pero también hay otras conexiones. El Aria tiene 32 barras, y hay 32 movimientos (incluyendo la apertura y cierre arias) en la obra. El Aria se divide en dos partes de 16 medidas, con una clara demarcación en el medio, donde están las barras de repetición. Del mismo modo, los Goldberg tienen una clara división en el punto medio, entre las Variantes 15 y 16, evidenciada por la elección de Bach de hacer de la Variación 16 una «Obertura», una Obertura Francesa, para ser precisos. He elegido escribir la ornamentación en esta partitura, porque al invertir la ornamentación, funciona de manera diferente a la que estamos acostumbrados, y tendría que inventar una nueva notación para indicar qué tipo de adornos se deben usar. Esto parece más práctico”.

Todo estaba medido en la composición original de las variaciones Goldberg. Lo único que he pretendido hoy es intentar comprender algunas cosas que pasan hoy y que se traducen en mostrar un mundo al revés, aunque la belleza intrínseca de la obra de Bach nos muestre un ejemplo de cómo el ser humano puede asomarse al mundo y no bajarse de él porque es precioso.

Finalmente, quiero agradecer a la Fundación Juan March haberme dado la oportunidad de iniciar este viaje musical hacia un mundo al revés comprensible y amable, indicándome caminos para transitar por él de forma más humana, intentando junto a Galeano asistir a sus clases para comprenderlo mejor, porque asumo desde este momento que estoy obligatoriamente obligado a entenderlo. Con la ayuda de Bach y,  eso sí, sin que nadie, por necesidad, sólo por azar, tenga que darle la vuelta.

(1) Eduardo Galeano (1998). Si Alicia volviera, en Patas arriba. La escuela del mundo al revés. Madrid: Siglo XXI Editores de España.

(2) https://www.nytimes.com/2020/05/15/arts/music/dan-tepfer-bach.html

(3) https://dantepfer.com/bachupsidedown/. Es una magnífica descripción del proyecto que ayuda a comprenderlo en toda su extensión.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

El pueblo chileno aprueba la elaboración de su Nueva Constitución

“25/10/2020: CONTRA VIENTO Y COVID, CHILE DECIDIÓ ACABAR CON EL LEGADO DEL DICTADOR”

Texto de un cartel, ayer, durante la votación en Valparaíso (Chile)

Sevilla, 26/X/2020

Es de bien nació ser agradecido. Es lo que me pasa hoy al constatar el magnífico resultado de ayer en el plebiscito nacional chileno para aprobar o no la Nueva Constitución. Quiero resaltar hoy, en este pequeño homenaje particular al pueblo chileno, que formé parte de mi conciencia social escuchando a Víctor Jara, Quilapayún, Inti-Illimani, Violeta Parra, Julio Numhauser y otros tantos “cantores” y grupos chilenos que amaban y aman la democracia por encima de todo. La aportación de Neruda es otro cantar del alma mía, que reconozco, guardo, respeto y aprendo. También he sentido el dolor mantenido en el tiempo por la terrible dictadura de Pinochet y en recuerdo a la libertad malherida del pueblo chileno, que he grabado de forma indeleble en mi mente y en mi corazón a lo largo de 47 años y de lo que he dado pruebas fehacientes en este cuaderno digital cada 11 de septiembre. Gracias sinceras por lo que aprendí de la democracia chilena, de sus cantores, grupos folklóricos, poetas, escritores. Del pueblo llano de Iquique.

Han sido dos preguntas, en las que había que decidir aprobar o rechazar lo propuesto y un único resultado final: aprobar mayoritariamente o no la nueva Constitución y la forma de llevarlo a cabo con participación popular asegurada o no. El resultado ha sido abrumador, más de un 78% de votos a favor de la Nueva Constitución, en una primera pregunta, siendo la segunda la referida a la fórmula para llevarlo a cabo, mediante una Convención Mixta Constitucional (muy importante decisión para asegurar la participación democrática), la que ha obtenido un 79% de votos afirmativos. Se ha demostrado con esta importante mayoría que el pueblo chileno, unido, jamás será vencido. Este gran paso democrático hacia adelante permitirá reemplazar la actual Constitución, redactada y aprobada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), gracias al histórico plebiscito surgido de las protestas populares de octubre de 2019, que ocasionaron desgraciadamente 30 muertos y miles de personas heridas.

Se votó ayer algo muy importante y revolucionario: la nueva Carta Magna será elaborada por una Convención Mixta Constitucional formada por parlamentarios y ciudadanos electos. Las 155 personas que integrarán esta convención ciudadana serán elegidas por votación popular el 11 de abril del año que viene y a partir de entonces tendrán un margen de nueve meses, prorrogables una sola vez por tres meses más, para elaborar el nuevo texto de la nueva Carta Magna.

Es llamativo constatar que ni siquiera el coronavirus ha sido capaz de frenar esta oleada democrática, al haber sido convocados a esta votación más de 14,7 millones de chilenos, con medidas muy restrictivas de seguridad sanitaria para evitar contagios y haberse desarrollado la misma con gran normalidad. Se ha confirmado algo que no he olvidado de la gran historia de democracia en Chile: con el amor y el sufrimiento se aúnan las voluntades, exactamente como se sigue cantando en Chile en su memorable Cantata Popular de Santa María de Iquique que tantas veces he citado en este cuaderno digital. Con este resultado de ayer, la dignidad se va haciendo costumbre en Chile. Una gran lección democrática para no olvidar en tiempos de coronavirus.

Me dispongo ahora a escuchar y compartir en la noosfera la nueva composición de Quilapayún e Inti-Illimani, La Nueva Constitución (letra: Eduardo Carrasco, de Quilapayún y música de Fernando julio, de Inti-Illimani), con unas palabras que me dejan el alma tranquila en democracia, aunque con la ardiente paciencia de Neruda:

Neruda dice que el viento
Con voces inmateriales
Canta a las olas del mar
Ansias de besos nupciales
Y el mensaje es que la patria
Estrene su corazón
Con su palabra más sabia
La nueva constitución

Entonces responde Parra
Basta de gran poesía
Ya no sirve el tonto grave
Llegó la antipoesía
Miren que cosa más rara
Y ocurre en nuestra nación
El pueblo quiere dictarnos
La nueva constitución

Huidobro que no es tan loco
Como un pájaro que canta
Tralalí de un dios perdido
Un aleteo levanta
El poeta es el que inventa
Con nobleza su canción
En la que ya viene escrita
La nueva constitución

Y es Violeta la que sigue
Pone su guitarra en ristre
Y empieza a tocar cantando
Acordes un poco tristes
Gracias a mi pueblo dice
Que ahora escucha mi canción
A lo mejor va e inventa
La nueva constitución

Y como es fiesta chilena
Con pebre y con vino tinto
No puede faltar de Rokha
Que aquí viene a ser el quinto
Ofrece pebre en cuchara
Apetitosa porción
Para que nazca enfiestada
La nueva constitución

Y este que canta es Carrasco
Poeticastro sencillo
Sin premios ni pergaminos
Es lana del mismo ovillo
Desconocido poeta
Pobre pero no huevón
Rengueando pero votando
La nueva constitución

Y al final llegamos todos
Poetas y no poetas
El joven del matapacos
Y el paco con su escopeta
No hay nadie que quede fuera
Porque es toda la nación
La que escribe con su puño
La nueva constitución

Me traicionó la memoria
Estaba dejando fuera
A la más grande de todas
Que debería ir primera
La honda voz de Gabriela
Que llevo en mi corazón
Para escribir con ternura
La nueva constitución

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

Estado de Responsabilidad

No vivas en la tierra
como un inquilino
ni en la naturaleza
al modo de un turista
Vive en este mundo cual si fuera la casa de tu padre
Cree en los granos en la tierra, en el mar
pero ante todo en el hombre

Nazim Hikmet (1902-1963) Tal vez mi última carta a Mehmet [su hijo]

Sevilla, 25/X/2020

Junto a la declaración hoy del Estado de Alarma creo que, como parte de la ciudadanía, cada persona debería declararse a partir de este momento legislativo en Estado de Responsabilidad, formando parte activa en él, entendido como la capacidad de dar respuestas (del latín medieval, responsabilis, “que requiere respuesta”) cada persona ante las adversidades de la pandemia en nuestras vidas, a través del conocimiento de lo que está ocurriendo y de la libertad responsable para asumir comportamientos cívicos que ayuden a no propagarla mediante actos incívicos y no solidarios. Es un principio ético que deberíamos ordenar mediante una operación rescate de la solería ética que hemos ido poniendo a lo largo de la vida en nuestra forma de ser y estar en el mundo o incorporar ya y de forma urgente este suelo firme y responsable que justifican los actos humanos, si es que no disponíamos todavía de él. Lo que hemos vivido desde el 21 de junio, fecha en la que comenzó a utilizarse la libertad plena de la ciudadanía, al desaparecer el anterior Estado de Alarma, más vale no contarlo en referencia al comportamiento de determinada parte de la sociedad española durante estos cuatro meses de pandemia activa en la llamada “nueva normalidad”.

No existen manuales para vivir en un Estado de Responsabilidad, pero sí el Manual del Arte de Vivir de forma Responsable, que versa sobre la dialéctica conocimiento/libertad para la mejor “respuestabilidad” (valga el neologismo), que leo con frecuencia y al que deseo aportar alguna idea por si fuera de interés para todos y que nos pueda servir de guía para intentar comprender el sentido de la vida ante acontecimientos imprevisibles en un nuevo Estado de Alarma. En una de sus páginas,  he encontrado un recurso extraordinario basado en la lectura de autores clásicos que siempre abordaban la vida diaria con ética responsable, porque en ellos he encontrado siempre sabiduría basada en la experiencia de vivir y en su capacidad de admiración de todas las cosas, tal y como me enseñó Aristóteles hace ya muchos años. Me refiero en concreto a una referencia de un libro precioso de Nuccio Ordine, Clásicos para la vida (1) y me he puesto manos a la obra y con ojos a la lectura, recomendando que lean este libro porque van a comprender bien por qué Ordine defiende a capa y espada la utilidad de lo que hoy se llama “lo inútil” en plena pandemia.

El hilo conductor del manual del arte de vivir es la conjunción de la educación y la cultura que ahora estamos compartiendo con centenares de miles de niños y niñas de este país, que siguen asistiendo puntualmente a sus clases, en la nueva ola de la pandemia, siguiendo con responsabilidad extrema la educación anti-pandemia, a pesar de todo, que es un ejemplo práctico de lo que deberíamos hacer ahora de forma responsable y aprendiendo partadójicamente de ellos. En una sociedad ya acostumbrada desde marzo a vivir en Estados de Alarma, con todo lo que conllevan, es probable que a través del Estado de Responsabilidad podamos descubrir qué es lo verdaderamente útil para vivir con bastantes privaciones, es decir, descubrir la importancia de la educación y la cultura, como solería ética de nuestras vidas, sin tener que recurrir inexorablemente a la supuesta felicidad que nos propone de forma no inocente el mercado. Esta es la razón de una de mis ilusiones actuales que deseo compartir de nuevo con las personas que navegan conmigo en esta “Isla Desconocida” de Saramago, es decir, descubrir en un Estado de Responsabilidad una nueva forma de vivir con arte y en relación con la educación y la cultura asociada, lo que nos debería llevar a pactos de Estado para que España recupere sendas que nunca debió perder en la articulación de la educación integral e integrada en todos los niveles que la imaginación digna pueda hoy soñar despierta, para que las conductas incívicas y extremas como hemos vivido en la desescalada y en la nueva orden mundial, no vuelvan o darse durante el Estado de Alarma, que llamo también, Estado de Responsabilidad, que se inicia hoy. De esta forma, será posible canalizar la educación responsable y la cultura para compartir todos el arte de vivir con dignidad en tiempos de coronavirus.

Cuando se habla de educación hay que hablar necesariamente de sus grandes protagonistas, los profesionales que ejercen esta profesión, educar, que en estos días deberíamos reconocerles permanentemente el trabajo que están desarrollando presencialmente y a través de las nuevas tecnologías, llevando la imaginación de todos al poder. Dice Ordine en su libro que la formación “requiere plazos largos. Orientarla exclusivamente por las presuntas ofertas del mercado laboral es perder de antemano la partida. No necesitamos reformas genéricas, sino asegurar una buena selección de los docentes. Los jóvenes reclaman sobre todo profesores que vivan con pasión y con verdadero interés la disciplina que imparten. Se trata de una exigencia sacrosanta, cuyos efectos beneficiosos todos nosotros hemos podido experimentar en nuestra vida estudiantil [-…] No se puede hablar al alumnado sin amar lo que se enseña. O tirar de powerpoint o prezi sin más, repitiendo todo lo que allí se expone sin orden ni concierto, sin alma didáctica alguna a pesar de la modernidad digital.

Finaliza el autor con una referencia a Einstein en el capítulo dedicado a la educación en su libro Mis ideas y opiniones y su canto a la curiosidad innata en los seres humanos, que permite desarrollar la creatividad y la fantasía, curiosidad de la que ya he hablado en muchas ocasiones en este blog. Dice Ordine que: “La buena escuela no la hacen ni las pizarras interactivas multimedia, ni las tablets, ni los managers, ni los demagógicos acuerdos a corto plazo con empresas y centros profesionales: la hacen solo los “buenos docentes”, aquellos que, renunciando a las “medidas coercitivas”, logran que “la única fuente de respeto del alumno al profesor sean las cualidades humanas e intelectuales de éste” (pág. 71s del libro de Einstein). Al docente le incumbe la delicada misión de hacer comprender a sus estudiantes que la enseñanza es una gran oportunidad ofrecida por la sociedad para ayudarnos a hacernos mejores, mujeres y hombres libres capaces de saber vivir”.

La clave está en comprender cada día (carpe diem) la odisea de vivir dignamente donde somos y estamos, tal y como dice el maravilloso Libro de Instrucciones para Vivir Dignamente, ahora aplicable al Estado de Responsabilidad, que me dicen que está agotado desde hace muchos siglos, aunque lo más importante en estos días del nuevo Estado de Alarma es estar bien informados para crecer en optimismo responsable y regar diariamente el jardín de la inteligencia, como decía Voltaire. Vuelvo a leer al poeta turco Nazim Hikmet, intentando vislumbrar la quintaesencia del poema que encabeza estas líneas, es decir, qué significa luchar por la libertad y el arte de vivir a pesar de todo, señalando diferentes principios para incorporarlos desde hoy mismo al nuevo Manual del Arte de Vivir en un Estado de Responsabilidad:

Ama la nube, la máquina y el libro
pero ante todo, ama al hombre
Siente la tristeza
de la rama que se seca
del planeta que se extingue
del animal inválido
pero siente ante todo la tristeza del hombre
Que todos los bienes terrestres
te prodiguen la alegría
Que la sombra y la luz
te prodiguen la alegría
Que las cuatro estaciones
te prodiguen la alegría
Pero ante todo, que el hombre
te prodigue la alegría

NOTA: la imagen de cabecera es una fotocomposición personal sobre imágenes que se han recuperado, la de la izquierda de https://joseantoniocobena.com/2020/07/25/un-mural-que-nos-pregunta-que-ha-ocurrido/ y la de la derecha de https://www.newtral.es/mascarillas-ninos-gasto-vuelta-al-cole/20200906/

(1) Ordine, Nuccio (2017). Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal. Barcelona: Acantilado.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

Conspiración no, ciencia

Sevilla, 24/X/2020

Sólo voy a dedicar esta primera frase a hablar de la teoría de la conspiración en relación con el coronavirus, que nos invade en algunos pronunciamientos políticos y en medios de comunicación, de cuyos nombres no quiero acordarme ahora, que dan pábulo a teorías conspiracionistas infundadas y muy lejos de la investigación científica actual. Más bien quiero reflexionar hoy sobre la importancia de la ciencia para que el mundo avance siempre hacia adelante, incluso en tiempo de coronavirus, teoría que quien conoce a fondo este blog ya la he justificado a lo largo de sus quince años de existencia y desde el primer día.

El prestigioso pensador judío, Yuval Noah Harari (me gusta esta palabra, pensador, bien interpretada por parte del escultor Rodin), conocido desde hace años por su trilogía excelente sobre la historia del ser humano y su devenir: Sapiens. De animales a dioses (2014), Homo Deus. Breve historia del mañana (2016) y 21 lecciones para el siglo XXI (2018), acaba de publicar en formato cómic una adaptación de Sapiens, en una co-edición de Edicions 62 y Debate, con el título Sapiens. Una historia gráfica. Es un cómic creado junto a los artistas David Vandermeulen (co-guionista) y Daniel Casanave (ilustrador) para explicar el nacimiento de la humanidad desde la aparición del homo sapiens hasta la revolución agrícola, y que pretende «cautivar a todos aquellos que no suelen relacionarse con la ciencia y la historia» a través del ingenio y el humor. Me refiero a esta trilogía completa y a su esfuerzo de divulgación, con este primer cómic, porque habría que explicar en el mundo de la educación en general el contenido de esta trilogía para educar sobre el devenir humano en su gran debate de creacionismo y evolucionismo, todavía vigente y sobre el poder del mundo digital en nuestro presente y futuro, sobre todo en el entramado de doble uso de las tecnología digitales, de las que Harari avisa continuamente por su poder embaucador y nada inocente.

Si traigo a colación a Harari es porque se ha manifestado en los últimos años con un sentido crítico ante las tecnologías digitales y sus consecuencias por el doble uso. De ahí a la conspiración que se plantea en la actualidad hay mucho trecho. Ha advertido en el núcleo supremo de Silicon Valley que las tecnologías mal usadas pueden “debilitar la democracia”, porque las aplicaciones de los grandes almacenes digitales que tenemos al alcance de la mano, nunca mejor dicho, están poniendo en peligro el bien más preciado de la humanidad, el libre albedrío. En septiembre de 2018, en The Guardian, Harari manifestó que «Si los seres humanos somos animales que pueden ser hackeados y si tus preferencias y opiniones no reflejan tu libre albedrío, ¿qué sentido tiene la política? Pregunta inquietante, como otras muchas en la relación historia humana y biología, a las que se dedica en la actualidad Harari, siempre muy lejos del conspiracionismo. Le escuché en cierta ocasión decir que “para protegernos de la desinformación primero debemos conocer nuestras propias debilidades. Los troles [quienes polemizan y difaman en las redes sociales] que se dedican a lanzar noticias falsas siguen el lema dividir y gobernar. Ya sea en los EEUU, Francia o España, ellos intentan encontrar algún fisura para inflamar el pensamiento colectivo. No pueden crear miedo u odio de la nada, pero cuando descubren lo que la gente ya teme y odia, aprietan botones emocionales que disparan nuestra furia” (1).

En la página web del autor, se dice de esta publicación del cómic que “En el volumen I, El nacimiento de la humanidad, un Yuval de ficción invita al lector a dar un paseo por el lado más inesperado de la historia, de la mano de un grupo de personajes peripatéticos. Juntos esquivan el ruido de nuestro mundo desbordado de información, dan un paso atrás y abren el plano para poder contemplar la historia entera de la especie humana. En el centro de sus indagaciones late una pregunta fundamental: ¿cómo es posible que un simio insignificante se adueñara del planeta, y lograra dividir el átomo, llegar a la luna y manipular el código genético? El formato gráfico ofrece a los lectores una nueva exploración intelectual y artística del pasado. La evolución humana aparece como un programa barato de telerrealidad. El primer encuentro entre los Sapiens y los Neandertales se ilustra a través de las obras maestras del arte contemporáneo. La extinción de los mamuts y los tigres de diente de sable se cuenta como una película de intriga. Conoceremos a los alegres Neandertales, al omnipotente doctor Ficción y a los peores asesinos en serie de la historia, y averiguaremos por qué estamos todos atrapados en los sueños de los muertos”. Descubrir la trayectoria histórica y multisecular del ser humano es descubrir al mismo tiempo el poder legítimo de la ciencia.

El debate actual en torno a la pandemia y los actos humanos en torno a ella no se debe plantear como ciencia sí o no, porque es erróneo y conduce a ninguna parte. El debate se centra en el poder actual de las tecnologías para intervenir en las personas de forma violenta e intrusiva en lo más preciado que tiene, el cerebro, es decir, la sede del comportamiento humano y su forma de actuar ante la pandemia. También en la salud y en la enfermedad. Creo que hay que hacer un esfuerzo en estos días por romper las barreras del conocimiento humano y dejarse llevar por lo que la ciencia nos demuestra a diario y de forma amable y didáctica a través de investigaciones dignas. Es lo que pensamos en breves palabras cuando esperamos como agua del calendario completo, no solo de mayo, la aparición de la vacuna que controle definitivamente esta pandemia y, todo ello, gracias a la ciencia.

Y una cosa más (One more thing…), que diría Steve Jobs en sus presentaciones: a veces, todo esto me parece chino, en su recto sentido, sobre todo lo que se dice en las controversias de la ciencia y las conspiraciones mundiales de todo tipo, por lo que recuerdo una vez más la recomendación de Groucho Marx ante estas situaciones límite: “¡Hasta un crío de cuatro años sería capaz de entender esto! Búsqueme un crío de cuatro años, a mí me parece chino!“, sobre todo, si acaba de leer el cómic de Harari.

NOTA: la imagen se ha recuperado hoy de https://www.ynharari.com/es/book/graphicnovelsapiens/

(1) https://sociedaddistopica.com/wp-content/uploads/2019/01/Harari-Yuval-Noah.-No-debemos-subestimar-la-estupidez-humana.pdf  

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

El Nuevo Pacto de Toledo, un pacto necesario para asegurar el bienestar de los pensionistas

Sevilla, 23/X/2020

Hoy puede ser un gran día para los pensionistas de este país, porque los portavoces de la Comisión del llamado Pacto de Toledo en el Congreso, denominada en la actualidad Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo, reunidos desde las 10:00, curiosamente, en la Sala Manuel Fraga Iribarne, intentarán cerrar el borrador del documento de propuestas que elevarán al Gobierno para su consideración, aunque no tiene carácter vinculante. Según la información que se tiene hasta este momento y que he consultado, el documento recogerá en diez puntos clave la estrategia de Estado a seguir a partir de ahora en relación con las pensiones. Veinticinco años después de su primera aprobación por el Congreso de los Diputados, el 6 de abril de 1995, bien vale hoy una consideración seria, objetiva y rigurosa del documento final que se presente y del que adelanto algunos contenidos esenciales, no todos, con el debido respeto a que se conocerá su contenido con carácter inmediato, que ayudará a corroborar o no lo aquí expuesto. Utilizo verbos proactivos en la descripción siguiente, porque así debe ser el nuevo espíritu y la nueva letra del Pacto.

He tenido en cuenta también, un documento esencial para conocer la situación actual de las pensiones, la comparecencia a petición propia del Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá Belmonte, para informar sobre la renovación de las recomendaciones de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo, el pasado 9 de septiembre en el Congreso de la Diputados, en la Comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo, porque clarifican la situación general y no hay nada mejor que la información oficial y actualizada para poder emitir juicios bien informados, que es lo que pretendo conseguir en este artículo, teniendo en cuenta que hay muchos elementos de texto y contexto a considerar.

1. Separar las fuentes de financiación

Por aquí hay que empezar y al parecer hay consenso entre todos los partidos en relación con la separación clara y nítida de las fuentes de financiación que tuvo su inicio en 2013, con objeto de que la Seguridad Social no tenga que asumir los llamados “gastos impropios”, es decir, no contributivos, entre los que se encuentran las bonificaciones, prestaciones y ayudas por hijo a cargo o dependientes, maternidad o paternidad o los complementos por pensiones mínimas. Un ejemplo clarificador es el dato que ofreció en su momento el Tribunal de Cuentas en relación con los gastos impropios, donde señala que  “la suma de esos gastos ascendería a 103.690 millones en el período comprendido entre 1989 y 2013, mientras que a su vez, la Seguridad Social, le debería al Estado 50.273 millones hasta 2018 por el dinero prestado para poder atender las necesidades del sistema de pensiones”. A este tipo de gastos impropios hay que sumar también la «merma de ingresos», a tenor de la situación actual del mercado laboral.

2. Revalorizar las pensiones según el IPC real

La actualización del poder adquisitivo de los mayores ha sido hasta ahora uno de los nudos gordianos de la revalorización anual, contemplando el citado documento que finaliza hoy su redacción, el abandono definitivo del Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), en su famosa y criticada subida del 0,25% de las pensiones desde 2013 hasta este año, ocupando su lugar el IPC como índice a tener en cuenta a la hora de revalorizar las pensiones con carácter anual.

3. Considerar sólo los 25 mejores años cotizados

Un quebradero de cabeza para las personas que entran en el sistema de pensiones es la fórmula a considerar en el cálculo de la pensión, que se recomendará que no sea lineal sino sólo el que se obtenga de los mejores años cotizados a lo largo de la vida laboral.  De esta forma, se podrá calcular la pensión sobre la base de 25 años de cotización, respetando la reforma de 2011, pero no estarán necesariamente ligados a la linealidad cronológica de los últimos veinticinco años cotizados, dada la precariedad laboral que ha existido en los últimos años en nuestro país.

4. Acabar con un enemigo público número 1 actual: limitar las jubilaciones anticipadas

La Comisión aborda un elemento de convergencia vital para el presente y futuro de las pensiones: limitar y desincentivar las jubilaciones anticipadas para acercar la edad real a la edad legal, incentivándose el retraso voluntario de la jubilación y promover fórmulas legales para compatibilizar la pensión con el trabajo.

5. Mantener el Fondo de Reserva

La Comisión pretende respetar el fondo y forma del llamado Fondo de Reserva, que nació en el año 2000 como una recomendación del Pacto de Toledo. Tendrá que dotarse ex novo y blindar las normas de utilización del mismo en caso de necesidad financiera por parte del Estado.

6. Blindar la jubilación de las clases pasivas

La Comisión recomienda mantener las condiciones de las jubilaciones actuales de los empleados públicos, es decir, jubilación a los 60 años con 30 de cotización siempre que al menos quince de ellos se hayan prestado servicios efectivos al Estado.

7. Establecer la equidad progresiva con el Régimen de autónomos

En el Gobierno actual y en parte de la oposición hay una sensibilidad especial en relación con el régimen de autónomos y se recomendará que se vaya acercando al régimen general de seguridad social para que los trabajadores por cuenta propia coticen por sus ingresos reales y tengan una pensión mayor y mejores coberturas.

8. Incentivar los planes de empresa

La complementariedad es un aviso para navegantes en la Comisión, porque se contempla el impulso necesario de los planes de pensiones de las empresas vinculados a organismos sin ánimo de lucro, a través de los correspondientes incentivos fiscales, en su caso.

9. Considerar el principio de equidad con las Rentas mínimas

Con espíritu complementario a las reciente norma de renta mínima vital, en circunstancias de pobreza real y efectiva, la Comisión también recomendará asegurar rentas mínimas suficientes para aquellas situaciones en las que la pensión, sea o no contributiva, no pueda garantizar un nivel de subsistencia digno o establecer un indicador de qué es una pensión suficiente.

10. Revisar el cumplimiento de sus propuestas

Ante la gravedad de la situación económica actual que ocasiona el pago de las pensiones, la Comisión del Pacto de Toledo dedicará también una recomendación en el documento final, sobre la situación en la que se encuentran los préstamos concedidos por el Estado a la Seguridad Social, con tanta recurrencia actual. Asimismo, recomendará la evaluación formativa y sumativa de las propuestas que se aprueben definitivamente, a la luz de las que se plantean en el citado documento que se finaliza hoy y que quedará listo para su presentación inmediata ante el Gobierno.

NOTA: la imagen se puede visualizar en el contexto de mi publicación en este blog, Un mural que nos pregunta ¿qué ha ocurrido?, el pasado 25 de julio de 2020.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

Una lección magistral: «mi madre y madres en el vecindario»

Anujath Sindhu Vinayal, Mi madre y madres en el vecindario

Sevilla, 22/X/2020

Me lo enviaron por Facebook y me quedé asombrado. Era un relato sorprendente: “Mi esposa no hace nada; solo está en casa», presentaba siempre a su esposa a otras personas así, un padre de un estudiante de Kerala, India. Pero este niño siempre vio a su madre ocupada con tanto trabajo en la casa que la pintó mientras hacía sus trabajos y lo tituló, ‘Mi madre y madres en el vecindario’. El maestro de la escuela quedó tan asombrado al ver esta pintura realizada por un estudiante de la clase 9, Anujath Vinayal, de Thrissur, que la envió a la oficina del gobierno. Esta pintura representa el trabajo no remunerado de las mujeres que trabajan en casa. La pintura ha sido seleccionada como portada del documento de Presupuesto de Género del gobierno de Kerala para el año 2020-2021”.

Esta noticia se divulgó mundialmente el pasado 7 de febrero durante la presentación del Presupuesto General de Kerala, por parte del Ministro de Economía, Thomas Isaac. Una vez más, una imagen vale más que mil palabras. Contemplarla nos permite reflexionar sobre el papel de las mujeres y madres en nuestra sociedad. Conozco esta realidad en la India, por el trabajo excelente que en este sentido y para superar la brecha de género realiza allí, en Anantapur, la Fundación Vicente Ferrer. Comprendo perfectamente que el Gobierno de Kerala haya elegido esta pintura como portada del Presupuesto de Género para el año 2020-2021.

Una gran lección política, sensible con lo que sucede en ese territorio tan aparentemente lejano, que también representa lo que sucede tan cerca y todavía en España. Para que no se olvide aquí y en la aldea global mundial.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓNJosé Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte de su situación actual de persona jubilada.

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