Cuaderno de campaña / 14. Hay que atraer a los indecisos en la recta final

“Cuentas con muchas personas, haz que sepan la importancia que les das. Si consigues que deseen apoyarte los que están indecisos, éstos te ayudarán mucho”

Quinto Tulio Cicerón, a su hermano Marco, en Breviario de campaña electoral.

Sevilla, 19/VII/2023

No nos engañemos: ¡entre personas indecisas y abstencionistas anda el resultado final de estas elecciones generales! Siempre ha ocurrido mientras que el mundo es eso, mundo, como demuestra el hecho de que ya se hablaba de ello en el siglo I antes de Cristo, hace más de dos mil años, cuando Quinto Tulio Cicerón escribió un breviario para la campaña electoral (Commentariolum Petitionis) (1) en la que su hermano Marco aspiraba al consulado de la república de Roma, en el año 63 antes de Cristo, que finalmente ganó compartiéndolo con Gayo Antonio. Su gobierno, colegiado, duraba solo un año, alternándolo cada mes y asumiendo la más alta magistratura civil y militar. Es un libro precioso que sigue vivo en su fondo y forma, salvando lo que hoy haya que salvar (mutatis mutandis) en el contexto actual de las próximas elecciones generales a celebrar el 23 de julio.

Las consideraciones que contiene son perfectamente aplicables en estos tiempos tan modernos, porque tiene un hilo conductor entretejido en tres grandes principios que debía atender el candidato Marco: era un hombre nuevo (no tenía antecedentes sociales relevantes y tenía que saber utilizar esta condición), aspiraba al consulado (cargo de la máxima excelencia para gobernar la República) y “ésta es Roma”, es decir, debía conocer bien cómo era en su esencia el Imperio Romano, la Ciudad que tendría que gobernar: “una ciudad constituida por el concurso de los pueblos, en la que abunda la traición, el engaño y todo tipo de vicios, en la que hay que soportar las arrogancias, la obstinación, la envidia, la insolencia, el odio y la impertinencia de muchos. Creo que tiene que ser muy prudente y muy hábil el que vive rodeado de tantos hombres con vicios tan diversos y tan graves, para poder evitar la hostilidad, las habladurías, la traición, y para que una misma persona pueda adaptarse a tal variedad de costumbres, de discursos y de intenciones”. Sirva como botón de muestra también, la siguiente recomendación en campaña electoral: “Por otra parte, dado que hay tres cosas en concreto que conducen a los hombres a mostrar una buena disposición y a dar su apoyo en unas elecciones, a saber, los beneficios, las expectativas y la simpatía sincera, es preciso estudiar atentamente de qué manera puede uno servirse de estos recursos. En los más pequeños beneficios, los hombres encuentran motivo suficiente para apoyar a un candidato”.

Recomiendo, una vez más, su atenta lectura porque repito, salvando lo que haya que salvar y respetando su contexto histórico romano, es perfectamente aplicable en este país en algunas de sus recomendaciones, no todas evidentemente, siendo conscientes de que en estos días de campaña debemos intentar conocer mejor los candidatos que preferimos (los de toga blanca, toga candida, para distinguirse de los demás), porque en relación con quienes aspiran a estos puestos relevantes, algo tan importante como la Presidencia del Gobierno, debemos tener constancia de que están suficientemente preparados e ilusionados con ello y, sobre todo, que deben conocer muy bien el Estado en el que ejercerán su representación máxima, que en el caso de Roma, era un reto harto difícil, con sus defectos y virtudes, con el efecto halo imperial que conllevaba en su época, acordándose siempre, para finalizar, de quienes les han confiado su voto, tal y como Quinto Tulio Cicerón recomendaba a su hermano Marco, en el citado Breviario de campaña electoral“Cuentas con muchas personas, haz que sepan la importancia que les das. Si consigues que deseen apoyarte los que están indecisos, éstos te ayudarán mucho”. Es probable que sea un revulsivo eficaz ante el Partido Abstencionista, que suele anunciarse siempre a bombo y platillo como el partido vencedor.

En definitiva, los tres enunciados expuestos anteriormente y traídos al momento actual, simbolizan algo muy importante en esta campaña electoral de 2023: se necesitan en el país lideres políticos “nuevos”, en el sentido del Breviario, que no les pesen sus mochilas políticas, sino que les sirvan para demostrar el trabajo bien hecho; que aspiren a prestar un servicio público al “pueblo español”, el que cita expresamente la Constitución como sede de la soberanía nacional, bajo el principio de salvaguardar en la próxima legislatura el interés general, ejerciendo un liderazgo honesto. Por último, que conozcan bien la situación actual del país: ¡ésta es España!, tan dual y cainita, para que nunca más se vuelva a helar el corazón de una de las dos, de los niños y niñas que vienen ahora al mundo, los españolitos de Machado, que algunos partidos se empeñan en resucitar. Para que no se olvide la importancia y el deber de participar en estas elecciones próximas, mediante el voto, al recordar hoy una campaña electoral exitosa, más de dos mil sesenta y tres años después, en la que los indecisos fueron tenidos muy en cuenta, situación que demostró su ayuda final a Marco Tulio Cicerón frente a sus rivales más directos.

[1] Cicerón, Quinto Tulio, Breviario de campaña electoral, traducción de Alejandra de Riquer. Barcelona: Acantilado – Quaderns Crema, 2011.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

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