En memoria de Pepe Noja, escultor al aire libre

Pepe Noja, Museo de arte contemporáneo al aire libre (M.A.C.A.) – Aracena (Huelva) / JA COBEÑA

Sevilla, 6/VII/2023

Ayer falleció en Madrid el escultor nacido en Aracena (Huelva), Pepe Noja, a quien tuve la oportunidad de conocer durante mis años de trabajo en la Diputación de Huelva, fundamentalmente por la inauguración de un proyecto auspiciado por él y amparado por el organismo provincial, que consideré siempre extraordinario, el Museo de arte contemporáneo al aire libre (M.A.C.A.), en su ciudad natal, Aracena, inaugurado en 1986, que alberga hoy más de cincuenta obras de artistas de reconocido renombre, incluidas las suyas propias, a las que tengo especial aprecio. Como se detalla en su página web oficial, “Aracena es el primer pueblo de Andalucía que queriendo ampliar su patrimonio cultural, sitúa en sus calles un museo de escultura al aire libre, y que será el de mayor número de obras de nuestro país, así como el pionero en esta modalidad de museo al aire libre. Según la idea original del promotor de este museo [Pepe Noja], cada una de las esculturas cumplirá la función de hito y memoria de un acontecimiento. En esta exposición permanente de esculturas, inaugurado en 1986, existe gran disparidad de proceso y formas, de materiales y artistas. Así, algunas esculturas han sido modeladas a partir de la piedra, otras del bronce o del aluminio, incluso hierro y cerámica. Las técnicas empleadas han sido múltiples y variadas, ya que según el promotor de dicho museo, el escultor Pepe Noja, mientras más variada, más significativa. En cuanto a la forma expresiva de las esculturas se ha buscado siempre aquella que haga compatible lo abstracto con lo significativo. Actualmente está compuesto por medio centenar de esculturas. Con este Museo al Aire Libre de Aracena se ha pretendido aunar la naturaleza y el arte en un sólo aspecto: la cultura”.

Mientas escribo estas líneas en homenaje a Pepe Noja, me siento transportado a su obra escultórica en Aracena, destacando en su trabajo en aquella época en mármol italiano, una escultura que representa al hombre y a la mujer, situada en la Plaza de San Pedro, en la que se inició el proyecto, que tantas veces he contemplado con la admiración que merece, así como el resto de las obras que conforman este original museo, no inocente, que acerca a la calle la cultura escultórica en todas las manifestaciones posibles, con obras, junto a otras de Noja, de Amador, Paco Barón, Luis María Caruncho, Pablo Serrano, Teresa Eguibar, Alberto Germán Franco, Lorenzo Frechilla, Amadeo Gabino, Miguel Moreno, Antonio Santonja, Carmen Perujo (con una paloma como muestra de su amor a Sevilla), Carlos G. Muela, Joan Manuel Llacer y Pepe Antonio Márquez, con su obra, Las aguadoras, como homenaje a la mujer de Aracena.

Contrasta la belleza expresada en este proyecto de Aracena, que conozco bien, con la amargura que ha vivido por los ataques que ha sufrido en Madrid, de infeliz recuerdo y muy pocos años antes de su fallecimiento, que ayer trataba muy bien elDiario.es en un artículo, Fallece Pepe Noja, el escultor de la estatua de Largo Caballero foco del odio de la ultraderecha, que es de casi obligada lectura: “El artista onubense muere a los 85 años sin conocer cómo reparará José Luis Martínez-Almeida la placa de homenaje al expresidente de la República que él también cinceló y que el alcalde de Madrid ordenó destruir por petición de Vox con votos de Ciudadanos y PP”.

Sentí una especial tristeza al recordar las fechas en las que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida avaló el argumentario que había utilizado VOX para que se destruyera la placa citada, obra de Pepe Noja, en memoria de Francisco Largo Caballero, en la plaza de Chamberí, «el lugar donde nació», que fue colocada el uno de abril de 1981 y arrancada a martillazos el 6 de noviembre de 2020, durante casi una hora. Creo que sobran las palabras ahora sobre la parte descriptiva de lo ocurrido, pero no las de alzamiento de voces de petición de reparación de lo sucedido, sobre todo cuando el 21 de junio pasado se conoció que el Tribunal Superior de Madrid había rechazado, una vez más, los recursos del Ayuntamiento y de Vox contra una de las sentencias que obligaba al consistorio a reponer la placa y las calles que conmemoran a Largo Caballero y a Indalecio Prieto.

Pepe Noja, desde su cielo particular, debería contemplar de inmediato la reparación digna de las tropelías cometidas contra obras en las que sus manos tuvieron una intervención especial para resaltar la dignidad humana, todo lo contrario con lo ocurrido finalmente. Es lo que merece ahora, como uno de los mejores homenajes que se le pueden hacer en su trayectoria democrática de obra pública al alcance de todos los ciudadanos. Así lo conocí en Aracena y así me gustaría recordarlo siempre, como un escultor de la cultura al aire libre, no inocente, sin contaminación alguna, pero defensor de todos los derechos humanos que, a través del arte, se pueden proclamar.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!

La escritora ucraniana Victoria Amelina no será un olvido

Sergio Jaramillo, Victoria Amelina y Héctor Abad Faciolince / AGUANTA UCRANIA

Sevilla, 6/VII/2023

El pasado martes 27 de junio ocurrió una tragedia más, de amplia repercusión mundial, por el ataque con misiles a un restaurante italiano en la ciudad de Kramatorsk, en Ucrania, donde fallecieron en el acto una decena de personas y más de sesenta resultaron heridas de consideración. El alcance de la noticia ha tenido una relevancia especial al haber sido testigo directo del mismo el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, autor de una obra extraordinaria, El olvido que seremos, a la que he dedicado varios artículos en este cuaderno digital, eligiendo hoy uno por su especial sentido en relación con lo acontecido: Cuando guardamos el alma en un bolsillo. El escritor celebraba un encuentro amistoso y de trabajo, propiciado por el movimiento ¡Aguanta Ucrania!, junto a Sergio Jaramillo, excomisionado de Paz durante el gobierno del expresidente colombiano Juan Manuel Santos, la periodista y reportera de guerra Catalina Gómez, que sólo sufrieron heridas leves, participando también en el citado encuentro la escritora ucraniana Victoria Amelina, que resultó herida de extrema gravedad, según narran en un comunicado conjunto: “En la noche de hoy {27 de junio], mientras cenábamos en el restaurante RAI pizzería de Kramatorsk con Victoria Amelina, una extraordinaria escritora ucraniana, y la gran periodista Catalina Gómez, fuimos objeto de un ataque de Rusia con un misil crucero lanzado contra el restaurante». El restaurante era “el lugar de reunión habitual de los corresponsales internacionales y de la sociedad en Kramatorsk”.

Se encontraban allí para recoger material para el movimiento “¡Aguanta Ucrania!”, en solidaridad de América Latina con el pueblo de Ucrania. Finalmente, Victoria Amelina falleció el sábado 1 de julio en un hospital de la ciudad de Dnipro, donde había sido evacuada por sus gravísimas lesiones en el cerebro: “Victoria nos acompañó en la presentación del movimiento latinoamericano ¡Aguanta Ucrania! ante un numeroso público en la feria del libro de Kyiv [Kiev] el sábado 24 de junio. Y cuando esa noche en un restaurante georgiano supo que al día siguiente viajaríamos al Donbas, tomó la decisión de unirse para mostrarnos ella misma el sufrimiento de su pueblo ante la bárbara invasión rusa, y su extraordinaria capacidad de resistencia”, contaba también el comunicado citado.

Fue precisamente Sergio Jaramillo quien lanzó la iniciativa de este movimiento en el mes de febrero pasado, durante el Hay Festival en Cartagena (Colombia). Un comunicado último de este movimiento en las redes sociales se hacía eco del fatal desenlace: “Amigas y Amigos de ¡Aguanta Ucrania!, el PEN Club de Ucrania [organización ucraniana para la defensa de los derechos humanos], que nos ha apoyado en todo momento, acaba de informar que desafortunadamente perdimos a Victoria, como consecuencia de las heridas que le causó el misil ruso. Pasamos dos días mágicos y tristes en el Donbas, con Victoria como guía. Tenía solo 37 años y era una escritora con un futuro brillante, que entregó todo por su país. Que descanse en paz. Honor a una patriota ucraniana. ¡Aguanta Ucrania!”. 

En un video de adhesión al movimiento ¡Aguanta Ucrania!, Héctor Abad Faciolince manifestó que “Putin invadió a Ucrania; Ucrania nunca agredió a Rusia. Esta es una invasión imperial en pleno Siglo XXI que es inaceptable. Ucrania tiene todo el derecho a defenderse; por eso digo ‘Aguanta Ucrania'». La sensibilidad del escritor colombiano la conozco bien a través de su obra, cuando descubrí una historia que merece ser leída con detalle a través de un extenso artículo suyo, protagonizada por una nota encontrada en el bolsillo de la chaqueta de su padre, el doctor y activista de derechos humanos Héctor Abad Gómez, el día que lo asesinaron (probablemente a manos de paramilitares), el 25 de agosto de 1987, en la calle Argentina de Medellín (Colombia), donde figuraba un poema de Borges, tal y como lo describió meses después en el Magazín Dominical de El Espectador. Fue el momento en el que dijo que el poema era de Borges. Lo que sucedió después, a lo largo de los años, es una historia muy larga de contar que propició la publicación de un libro, El olvido que seremos (1), citado anteriormente, que a su vez fue la base del guion de una película dirigida por Fernando Trueba de título homónimo, El olvido que seremos, por el que recibió un premio Goya en 2021 como reconocimiento a un trabajo del cine iberoamericano, en este caso con la fusión de Colombia y España. Era una prueba más del llamado realismo mágico y trágico que tan bien trató siempre Gabriel García Márquez, aunque en esta ocasión con visión plena y triste de una gran realidad vivida y sentida en primera persona por Héctor Abad Faciolince.

Creo que lo sucedido en el restaurante de Kramatorsk, por la muerte de la escritora Victoria Amelina, cobra todo su sentido ahora en la mente de Héctor Abad Faciolince, su compañero en aquella cena terrible, porque nunca será un olvido, recordando en estos momentos tan especiales el poema atribuido desde el primer momento a Borges, que lo tiene grabado el autor del artículo en su alma de secreto. Muestra de su creencia en la auténtica autoría, tan controvertida después, es que sirvió como epitafio en la tumba de su padre, recogiendo las iniciales JLB que recordaba haber visto en aquella nota que encontró en el bolsillo de su padre: “[…]el poema ahora también está impreso en mi memoria y espero recordarlo hasta que mis neuronas se desconfiguren con la vejez o con la muerte”:

Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres y los que seremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los ritos de la muerte, y las endechas.

No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre.
Pienso, con esperanza, en aquel hombre

que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del cielo
esta meditación es un consuelo.

Hoy, el mejor epitafio para recordar a Victoria Amelina, podría ser también las iniciales de Jorge Luis Borges de nuevo, porque insisto en que ella no será ya el olvido que seremos, sino el recuerdo vivo de un alma especial y porque estas palabras, hoy, son también un consuelo para las personas dignas, muy lejos de la barbarie humana y del sinsentido de las guerras.

NOTA: la imagen se ha recuperado hoy de Con sentido mensaje, Aguanta Ucrania despidió a Victoria Amelina: “fue víctima de un crimen de guerra, no puede quedar impune” (elcolombiano.com)

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!