¿Qué hacer con estos resultados electorales, sin esperar milagros?

MINISTERIO DEL INTERIOR – Resultados elecciones generales 23 julio 2023

De este mundo los dos sabemos poco. / Y sin embargo, estamos aquí, obligatoriamente obligados a entenderlo.

Rafael Ballesteros, en Ni yo tampoco entiendo (1975)

Sevilla, 24/VII/2023

En la política ocurre muchas veces lo que se traduce perfectamente en una locución española que se utiliza en el lenguaje coloquial: cada uno cuenta la feria como le va. Es lo que pudimos constatar anoche casi al final del recuento oficial de votos de la jornada de elecciones generales en este país, donde todos celebraban su “victoria” aunque la mayoría de los partidos en liza, como le ocurría al rey del cuento de Andersen, estaban desnudos de éxito. Es verdad que el oso de las derechas estaba perdido por los montes del olvido político de millones de votantes, lo que hizo que no se pudiera “cazar”, en sentido político, quedando la tienda de su piel cerrada por finalización del negocio, anoche, a pesar del amplio muestrario que habían utilizado para venderla los aparatos mediáticos de los partidos de las derechas, sus medios de comunicación afines y los eslóganes impresentables que habían calado como lluvia fina en bolsas de población errática. La realidad terca es que las derechas no pueden formar gobierno con los mimbres actuales, salvo conversiones paulinas, aunque es justo pensar que de todo hay en la viña del Señor y peores cosas hemos visto y sufrido ya en la política de este país.

Por otro lado, es justo señalar que el partido socialista ha obtenido un resultado positivo, a pesar de la pérdida de la mayoría obtenida en 2019, algo que me alegra y mucho, porque es cierto que no se ha hundido como esperaban las derechas cerriles y ultramontanas, a pesar del desgaste obvio de la legislatura que ahora finaliza con olvidos dolorosos de millones de personas beneficiadas del escudo social del gobierno de coalición, lo que alimenta las ilusiones de casi once millones de personas, según los datos oficiales de participación ayer, para reeditar un gobierno de coalición que, a priori, se antoja de difícil gestión, llevándonos, si finalmente se produjera un bloqueo numantino, a unas nuevas elecciones según los plazos oficiales que se aplican en estos casos. Tampoco olvido algo importante al escribir estas líneas, por su interpretación positiva desde la perspectiva electoral: el partido abstencionista ha «perdido» electores en esta convocatoria, más de dos millones de personas en relación con la convocatoria de 2019, aunque su número sigue siendo una pregunta clamorosa del por qué se sigue manteniendo una cifra tan alta, más de diez millones de electores, concretamente el 29,59% del censo total, lo que se traduce en 10.402.450 personas que siguen sin acudir a las urnas.

MINISTERIO DEL INTERIOR – Resultados elecciones generales 23 julio 2023

Ante este panorama, creo que las fuerzas progresistas de este país, ante la pregunta no inocente desde la perspectiva política de la ideología de izquierdas, ¿qué hacer?, están obligatoriamente obligadas a entenderse, porque lo que es indudable es que millones de personas le han dicho al partido popular que “así no se llega al poder”, abrazándose a una ultraderecha reaccionaria y caduca. Igualmente, se ha vuelto a dar un voto de confianza a la unión de las izquierdas para que continúe la senda de progreso en el blindaje del Estado de Bienestar, que tiene esta lectura de fondo por lo ocurrido en muchas comunidades autónomas con el equilibrio de resultados electorales en ellas, que se pueden verificar con los datos oficiales en la mano, al igual que algo simbólico, políticamente hablando, en la trayectoria independentista radical en los últimos años, por los resultados finales en Cataluña, al haber obtenido un resultado arrollador el partido socialista en las cuatro provincias que componen esta Comunidad, frente a las ínfulas independentistas, que deberían observar con lupa qué ha ocurrido con los resultados reales obtenidos en estas elecciones generales y sus futuras exigencias para apoyar el futuro gobierno de coalición.

En el día después de la emisión de mi voto, sigo recordando una canción muy breve interpretada por Aguaviva, Ni yo tampoco entiendo (1975), con letra del poeta malagueño Rafael Ballesteros, que procuro aplicarla todos los días por su mensaje final: todos, sin excepción, estamos obligatoriamente obligados a entendernos: partidos políticos y ciudadanía, casi por igual, tanto monta monta tanto, porque los votos son de los ciudadanos que votan. Pretendemos, con nuestro voto, ser dueños de nuestro destino, algunos con más ensoñación democrática de su destino que otros, a pesar de todo: […] El tema 83, la democracia, / el ácido sulfúrico, los ceros, el tacón, / las hambres, el casamiento / orgánico. / De este mundo los dos sabemos poco. / Y sin embargo, estamos aquí, obligatoriamente obligados a entenderlo. Al vivir en un país en el que funciona la democracia representativa, ahora toca a los políticos tomar la responsabilidad de entenderse entre ellos. Están obligatoriamente obligados a hacerlo. La izquierda sabe que hay una palabra mágica que no hay que traicionar: unidad. Eso sí, sin esperar milagros, porque es suficiente con que la política no haga daño a nadie que es el principal milagro, terrenal y cercano, como decía mi admirado escritor Manuel Rivas en su columna del domingo electoral de 26 de mayo de 2019, en el diario El País, hablando de lo que hace verdaderamente daño a la política, nacional y europea: “Hay mucha gente desencantada de la política, tal vez porque tenía de ella una visión providencial. Yo no estoy desencantado, ni encantado, porque no espero milagros. Me parece suficiente milagro una política que no haga daño. Aunque imperfecta, que no cause desperfectos. Que no penalice la libertad, que no normalice la injusticia, que frene la guerra contra la naturaleza. Una política que no se nos caiga encima”.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!