Nada humano, en este mundo al revés, me es ajeno

RTVE – Túnez, un infierno para los migrantes

Sevilla, 27/VII/2023

Anoche, después de semanas centrado en lo que está ocurriendo en nuestro país, me enfrenté a una noticia dolorosa en sí misma, el problema de la migración subsahariana a su paso por Túnez, en las proximidades con la frontera de Libia. Eran imágenes desgarradoras, de personas, unas tras otras, que llegaban exhaustas a la frontera supuestamente liberadora, una muralla más en un viaje por el desierto casi a ninguna parte, a los que la policía fronteriza tunecina les daba agua con una pequeña botella, apenas para enjuagarse la boca, desplomándose probablemente para morir allí mismo, en una imagen verdaderamente triste y acusadora de un mundo al revés. Una vez más, sentí que nada humano me es ajeno y tengo que reconocer que me deja sin palabras al acercarme hoy a esta página en blanco, recordando a Cremes, el protagonista de una obra del dramaturgo Terencio, El enemigo de sí mismo, cuando pronuncia una frase inolvidable, profunda, que no ha perdido su frescura a pesar de los siglos que han transcurrido desde que se escribió en un texto y contexto muy concretos: Hombre soy; nada humano me es ajeno.

En este reportaje ofrecido por el Telediario2 de la televisión pública (RTVE), apareció la imagen más triste y desgarradora (a partir del minuto 13), de un padre junto a su hijo, sobre la arena del desierto, en medio de la nada, “junto a los restos de una botella de plástico”, ya fallecidos por la tragedia de migrar hacia un mundo teóricamente más justo. Desde anoche no la he podido retirar de mi retina y miles de preguntas se agolpan en mi cerebro, alrededor siempre de las búsqueda de porqués de muy difícil respuesta. Quizás, la constatación de que vivimos en un mundo al revés, es la única que me permite tomar conciencia de la urgente lucha por devolver ese mundo al derecho, darle materialmente la vuelta, cada uno desde donde puede y debe hacerlo. Es lo que siento de fondo cuando me doy cuenta de que lo que ha sucedido en nuestro país el pasado domingo de elecciones generales, es decir, frenar con votos la lectura perversa y torticera que hacen los partidos de derechas extrema y ultra, de la realidad de la migración en nuestras costas y territorio español, blindando con un gobierno progresista la acogida en nuestro país de estas personas migrantes, que lo merecen todo desde la óptica del Estado de Bienestar Solidario, también para ellos. Anoche, comprendí mejor que nunca que todas las políticas migratorias no son iguales. Las de los gobiernos progresistas estarán siempre cerca de las personas más vulnerables, en este caso de las que salen de sus tierras y de su parentela en búsqueda de un mundo mejor y posible, ante un presente en sus países de origen que no les ofrecen nada para vivir dignamente.

CLÁUSULA ÉTICA DE DIVULGACIÓN: José Antonio Cobeña Fernández no trabaja en la actualidad para empresas u organizaciones religiosas, políticas, gubernamentales o no gubernamentales, que puedan beneficiarse de este artículo; no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiación o prebenda alguna de ellas. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes para su interés personal, aparte de su situación actual de persona jubilada.

UCRANIA, ¡Paz y Libertad!